Escena del borrador original del capitulo 15, tiempo presenteEl arroyo estaba frío. Helado, de hecho, pero como a Leonardo no pareció importarle, lo ignoró y al poco tiempo su cuerpo se había acostumbrado a la temperatura.
Bueno, estaba claro que después de un rato largo de nadar y hacer carreras o trucos tontos la sensación iba a volver, más encima con el reciente agregado de empezar a tener hambre. Entonces, cuando una ráfaga particularmente fuerte los hizo estremecerse a ambos, decidieron que tal vez era hora de ir a ver si el puesto que el kame sugirió seguía abierto.
—¡Claro que lo estará!— dijo con un tono lleno de confianza, para luego bajar la voz hasta un susurro vacilante— ...creo.
El chico se encogió de hombros para restarle importancia a la situación mientras iba hasta la orilla, y el samurai estaba a punto de recordarle que se suponía que era su puesto favorito y debería saberlo (o eso suponía), cuando de repente se quedó sin aire por un momento ante la vista.
Leonardo, con su piel suave y firme enteramente empapada, salía casi en cámara lenta del río y se frotaba las manos en sus brazos desnudos para tratar de soportar un poco el frio. Sus marcas no brillaban como aquella noche, pero aún así la luna se posaba encima suyo como un foco de atención y las cientos de gotas transparentes le daban un resplandor sutil y encantador a su cuerpo, dejando una imagen que solo podría haber sido hecha en pintura por el más delicado artista.
Miyamoto, totalmente hipnotizado, observó una gota en el rostro del kame; paseando por sus marcas rojas, sus mejillas, cayendo en el borde de sus labios y...
—¿Vas a salir?
Oh.
Oh. Cierto. Se suponía que él también debía salir.
—Uhm, si, si, yo eh...— balbuceó cómo pudo, intentando dejar de distraerse, pero vio otra gotita bailar por sus muslos bien formados, recorriendo sus medialunas amarillas y marcando las curvas gráciles en su paso, recordándole lo bellas que le habían parecido desde el primer momento en que las vió.
Leonardo, que ya se estaba poniendo la Yukata, se agachó para quedar a su altura con una expresión preocupada, y, Ninfas del bosque, la pose hizo que sus largas orejas se moviera con interés, agitando el agua con ellas y causando que se atragantara. Él, por su parte, cambio su preocupación a un leve pánico.
—¡Ay! ¿Estás bien?— le preguntó en un medio grito, a lo que Miyamoto asintió un par de veces mientras intentaba calmar su tos.
—Lo siento, lo siento... —dijo con la voz algo ronca, y decidió, avergonzado, salir del agua de una vez antes de hacer aún más el ridículo.
Creí haberme dicho a mi mismo que sería respetuoso y no lo vería como la otra vez, pensó con la cara roja y las orejas bajas por la pena mientras se vestía.
Unos momentos después, escuchó a su compañero preguntar si de verdad estaba bien con él pagando por su cuenta, pero apenas pudo contestar con un suave "por supuesto" mientras estaba ocupado controlando su corazón a mil por hora.
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Seh, me tomé la libertad de poner la escena entera y no los cortos dos párrafos originales, así q por eso tardó un poquito más mientras pensaba en como describir la vista con los detalles correctos XD
Por cierto, pequeño recordatorio de que esto ES canon (en realidad todos los bonus del libro lo son) solo que no lo puse en el cap de forma oficial :)
¿Qué pasó con todo ese auto regaño de samurai deshonrado y demás del capitulo ocho, Usagi? ¿Volviste a caer con solo mirarlo cambiarse? XDDDD
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Tras telones de Kame, Usagi
Rastgele¿Qué pasa cuando una adolescente intenta hacer un fanfic confiando solamente en el poder del amor para acabarlo bien? Desde dibujos, pasando por datos random sobre el fic hasta memes o incorrect quotes, bienvenido a este pequeño espacio para que pu...