Perth se quedó mirando a Saint mientras bajaba las
escaleras. Llevaba un sencillo y elegante traje color azul
con un abrigo esponjado haciendo juego.Se había recogido el cabello un peinado sencillo, lo que le
confería un aire aristocrático. Le pareció que nunca lo
había visto tan hermoso como cuando le sonrió, aunque
brevemente. La sonrisa de Saint era como un rayo de
sol penetrando una nube un día nublado.Se le había
olvidado lo maravilloso que era esa sonrisa.Le calentaba
rincones recónditos del alma.
Para él, era un gran paso dejar que Saint le acompañara
aquella noche.Había pensado ir solo, como solía hacer.
Fuera de la obra benéfica, poca gente sabía lo
involucrado que él estaba y mucho menos por qué.
Durante el último año, había sentido la necesidad de
dejar de ignorar su procedencia y hacer algo por ayudar
a otros a escapar del infierno del que él había logrado
salir.
Dejar que Saint vislumbrara algo de su vida anterior
sería incómodo para él, pero era el precio que tenía que
pagar por hacer algo por los demás.No le resultaba fácil
enfrentarse a los fantasmas del pasado; cuando lo hacía,
acababa sintiéndose desolado y
vulnerable.Perth tomó la mano de saint, cuando Saint descendió
el último escalón, y se la llevó a los labios.
–Estás precioso.El color azul te sienta muy bien.
Saint le dedicó otra breve sonrisa.
–Gracias.Perth fue a por la caja que había dejado en la consola
del vestíbulo.
–Tengo algo para ti, para que lo lleves con el anillo.
Los ojos de Saint se clavaron en la caja; después, volvió a
mirarle a él con expresión confusa.
–No deberías gastar tanto dinero –dijo Saint.
–Tengo derecho a mimar a mi novio, ¿no?
Perth abrió la caja y saint acarició con las yemas de los
dedos el collar de
Diamantes y zafiros.
–No soy tu novio –respondió Saint –. Solo estamos
representando un papel de cara a la galería.
–Podría ser verdad si quisiéramos –dijo Perth .
Un misterioso brillo asomó momentáneamente a los
ojos de Saint ; pero entonces,
rápidamente, se dio media vuelta para que él le pusiera
el collar y se lo abrochara.
–Quieres que vuelva a tu lado él viejo Saint , perth . Pero
el viejo Saint no puede volver, por mucho que te
empeñes y por mucho dinero que te gastes en él.Después de abrocharle el collar, Perth le puso las manos
en los delgados hombros y aspiró su intoxicante
perfume.Sintió cómo se le erizaba la piel a saint y se
alegró de seguir
afectándolo.Le gustaba que el cuerpo de Saint
respondiera instantáneamente cada vez que lo tocaba,
a pesar de que él dijera lo contrario.
–¿Te molesta la cuestión del dinero?
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Entre Diamantes Y Roma (Adap. PerthSaint)
Fiksi PenggemarPerth Estaba decidido a recuperar a la única persona que realmente le había satisfecho. Perth Tanapon, un importante hombre de negocios y el soltero más codiciado de Italia, quería la perfección en todo. Para culminar su éxito, solo necesitaba una c...