Siempre Estaré A Tu Lado (Leorai).

Difícil Decisión parte 2

-¿Donde está?- Preguntó con evidente furia el hombre mientras le daba la espalda a uno de sus soldados.

-No lo sabemos aún señor- contestó el joven con dificultad debido al temor que inspiraba- Perdimos el rastro, pero nuestros hombres siguen buscando- agregó con rapidez enfureciendo a Hitoshi en gran manera.

Apretó sus puños en signo de desesperación, sin embargo su posición seguía siendo la misma, por fuera aparentaba tanta tranquilidad, por dentro era todo menos eso.

-Retírate-Una sola palabra fue suficiente, para provocar un escalofrío en el joven, quien obedeció de inmediato la petición de Hitoshi.

-Miwa Hamato- Odio era lo único que podía percibirse en su voz, al recordar a la jóven que había escapado con tanta facilidad, logrando avergonzarlo frente a sus guerreros y dejar una notable marca al rededor de su cuello.

Su vista seguía fija en un punto inexacto de la cuidad que se podía ver atrás vez del cristal, solo podía pensar en lo dulce que sería su venganza. A causa de eso, una sonrisa llena de malicia se dibujo en su rostro.

-No eres tan débil como aparentas ser. Pero te importan tanto esos simples mutantes- Dijo observando una estrella ninja que sostenía en su mano, la cual contenía el símbolo del clan Hamato- No te imaginas cuánto disfrutaré acabar con cada uno de ellos.

Un fuerte estruendo y un gran relámpago iluminó el cielo.

Despertó agitada, su pecho subía y bajaba mientras intentaba recuperar el aliento.

Volteó a su alrededor totalmente desorientada, en medio de la oscuridad hacia un esfuerzo por reconocer la habitación en la que estaba. Empezó a tener calma luego de unos segundos al dirigir su vista a la chica pelirroja quien dormía tranquilamente.

Llevó ambas manos a su cabeza cubriendo casi por completo su rostro y acomodando su cabello. Cómo si no fuera suficiente con lo que cargaba su conciencia en esos momentos. Su más grande temor se hacía presentes por las noches, sus pesadillas eran cada vez peores, diferentes escenarios, mismo final, la muerte de sus hermanos a causa de protegerla. Las horribles imágenes pasaron rápidamente por su cabeza como un flash, trayendo con ellas un miedo incontrolable.

Sacudió su cabeza bruscamente levantándose de su cama. ¿Que debía hacer? Esa pregunta la atormentaba día noche, cada vez que los tenía junto a ella. Ese miedo de perderlos y ser la culpable de su muerte podía volverse realidad con la llegada de Hitoshi.

Caminó hasta una ventana y suspiró con pesadez, simplemente llevando su vista a un punto inexacto, las gotas de agua caían por el cristal en numerosas cantidades y grandes centellas iluminaban en cielo en medio de la tormenta. Sus ojos se humedecían con los recuerdos de sueños pasados, si jamás perdiste a alguien importante en un simple sueño, te diré que el dolor de siente tan real destroza tu alma. Alejarse para mantenerlos a salvó no era una opción, se volverían una carnada para su captura. Pero si se quedaba de igual manera correrían peligro

Apretó con fuerza su cabeza en su momento de frustración, no tenía otra salida. Alzó su mirada al cielo con sus ojos cristalinos. ¿Hasta cuándo dejaría de poner en peligro todo lo que ama? ¿Algún día podría llegar a tener paz?

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Buenos días- Exclamó el joven de naranja con alegría en el momento en que Donnie y Leo entraban a al comedor para el desayuno.

-El especial de la casa- El chico mostró una enorme pizza recién sacada del horno mientras una enorme sonrisa adornaba su cara.

-¿Pizza para desayunar de nuevo? ¿encerio Mikey?- Comentó Rafael viendo fijamente a su hermano arqueando una ceja.