Siempre Estaré A Tu Lado (Leorai).

Halloween

Narra Karai:

Abrí mis ojos con rápidez, con la respiración agitada, era esa maldita pesadilla de nuevo.

Desde hace un par de días soñaba la misma tontería cada noche, solo que preferí no darle importancia, ni preocuparme tanto por ella, si lo hago puede que nunca desaparezca.

Por otra parte algo muy dentro de mí no quería que llegara ese día y por otra parte lo ansiaba.

Creo que voy a vomitar.

Tengo el estómago revuelto, nisiquiera ha llegado la noche y ya me estoy portando como gallina.

-No, tengo que hacerlo- Dije para mí misma en voz baja decidida.

Debo tener en claro que jamás me acobardo.

Salí del cuarto con dirección ala cocina, esa mañana Ayudaría a Mikey con el desayuno, pero fue tal mi sorpresa verlo junto a los demás chicos poniendo decoración de Halloween en casa rincón de la guarida.

-Mikey, Dije decoración de cosas que den miedo, ¿Que hace un Hongo en la pared?- Dijo Donnie mirando con desagrado el dibujo del menor para luego quitarlo, más el de naranja nisiquiera le prestó atención.

Tenía demasiada emoción como siempre.

-Feliz noche de Brujas hermana- me gritó alegre mientras colgaba una telaraña falsa.

-¿Que eso no se celebra hasta la noche?- Pregunté cruzada de brazos.

Mikey no me dio respuesta, solo me miró con una sonrisa algo nerviosa, para luego acercarse ami con una caja llena de adornos.

Rafael se encargaba de la limpieza, Por suerte Leo no estaba ahí, bueno... No es que no quisiera verlo, o bueno si, pero no.

Maldita sea, ya no se que estoy pensando.

Sin más rodeos ayude a decorar la guarida, ¿a quien engaño? me estoy muriendo de nervios, en parte por que será mi primer desfile de Halloween y maldición mi "cita" con... Ah.

-¿Pasa algo karai?- la voz de Mikey me tomo por sorpresa, agitó su mano frente a mi cara tratando de llamar la atención.

Rápidamente trate de voltear mi rostro para esconder mi posible sonrojo.

-Claro, ¿comenzamos con el desayuno?- Dije con la intención de evitar cualquier otra pregunta sobre el tema.

Mikey asintió felizmente y se dirigió a la cocina.

Suspiré con gran alivio, era como quitarme un peso de encima, uno muy grande.

Justo a unos metros de mi estaba Donnie, Tenía que hablar con él y si no lo hacía ahora no sería nunca, es parte del  .. "plan de mi cita".

Que ridículo suena eso.

-Oye Don ¿Podemos hablar?- Me dirigí a el ayudándole a colgar los últimos adornos que quedaban, con vergüenza que afortunadamente no notó.

-Claro, ¿sobre que?- me preguntó con una sonrisa ligera.

No le respondí, solo mire a todos lados tratando de verificar que nadie nos escuchará.
Sin decirle nada lo tome de la muñeca para entrar a su laboratorio.

El me miró confundo frunciendo el ceño.

-Necesito tú ayuda, pero tienes que prometer que guardarás el secreto ¿Si?.

En ese momento parecía desesperada, y si lo estaba, en un tono bajo le supliqué por su ayuda, al principio pareció sorprendido, pero luego de un rato asintió.