Parte 4 Reclutamiento

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Como lo han planeado llegaron al lugar al amanecer, los ochos orcos y los tres goblins, Siro se volvió a bañar en barro para ocultar su color de piel, mientras Fei sobrevolaba el lugar marcado con un águila blanca, Siro llevaba su hacha más los dos cuchillos que le había robado al comerciante en la cintura.

Ni bien asomo el sol los orcos se comenzaron a correr sobre los dos guardias en la entrada de la cabaña a la orilla del gran rió, en la cabaña dormían los esclavistas, pero en el sótano tenia a los esclavos, pero Siro no sabía cuántos esclavos o suministros tenían ya que Fen no podía entrar al sótano, que la única entrada estaba en la cabaña donde dormían los esclavistas.

Cuando los dos guardias vieron correr a los orcos hacia su posición gritaron nos atacan y avanzaron con firmeza sin tener miedo de esos gigantes orcos que veían hacia ellos, se notaba que tenían experiencia en batalla.

Cuando los dos guardias avanzaron hacia los orcos, más guardias salieron de la cabaña, un total de veinte hombres, el plan estaba saliendo bien, así que en ese momento los tres goblins aprovecharon la oportunidad del enfrentamiento rodeando la batalla y pasando desapercibidos ya que los humanos se enfrentaban a unos seres de dos menos a ellos ni los notaron.

Entraron por la puerta de la cabaña, luego buscaron la entrada del sótano, pero tenía un candado y ellos no tenían la llave, no le quedo otra opción que empezar a romper el candado a golpes con sus armas, pero lograron romperlo enseguida.

Bajaron con rapidez al sótano, más que sótano era un gran salón, con celdas de los dos lados un total de diez, de un tamaño grande, pero Siro solo le interesaban unos esclavos en especial, que según las notas del comerciante de la aldea siempre tenían.

En dos celdas estaba lo que buscaban, un total de treintas goblins en cada celda, ahora podría volver a tener un pequeño ejercito, miro hacia los goblins encerrado y les dijo – si me juran lealtad como su líder los liberare

Los goblins estaban callados, pero al escuchar sus palabras todo dijeron a la vez – si liberanos, eres mi líder, líder si, te juro lealtad.

Al hablar todos a la vez no se le entendía mucho, pero notaron que todos aceptaron en ese momento Fen poseyendo un águila trajo un manojo de llaves de todas las celdas, pero antes de abrir las celdas cicatriz hablo – jefe mire este gran tesoro

Al final una de las celdas una estaba llena de grano, un cofre con monedas de plata y oro, pero lo que llamo tesoro se refería a la cantidad de espadas de todo tipo, cuchillos, lanzas, hachas de guerra, otras cuantas armas más – ustedes dos agarren el arma que más les guste y será de ustedes.

Abrió las celdas a sus nuevos soldados y ordeno – cada uno de ustedes agarren una lanza y síganme

Los nuevos lo siguieron junto a cicatriz y el otro, todos los nuevos con una lanza, cicatriz había elegido una espada mediana de los humanos, pero el empuñaba como una espada larga ya que para él lo era y el otro sin nombre eligió dos cuchillos curvos de unos cincuenta centímetros adornados con unas calaveras.

Los sesenta y tres goblins salieron de la cabaña listos para pelear, pero solo uno quedaba en pie, el jefe orco, estaba lleno de cortes en todo el cuerpo más tres flechas bien incrustadas, al ver a Siro le hablo – me mentiste insecto, había muchos más guardias de los que me contaste.

Con una gran sonrisa mostrando sus dientes puntiagudos – no es culpa mía que seas un tonto sin celebro – miro hacia los nuevos diciendo – mátenlo y demuestren su lealtad.

Todos los goblins salieron corriendo en dirección al enorme orco, aunque ninguno tenía miedo no se acercaron a él, sino que de una distancia segura comenzaron a lanzar las lanzas, así fue como el orco murió empalado por sesenta lanzas.

Rey Goblin y Sus EsclavasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora