Rey Goblin y Sus Esclavas

Parte 26 - Ciudad Impenetrable

Eru volvió al reino luego de tres días en la fortaleza, aunque no lo hizo solo se llevó con él a veinte familias de hombres lagartos, veinte niños de los elfos del bosque y sus guardianes que eran guerreros jóvenes, todos cruzaron muy felices a las nuevas tierras, unas tierras que se les prometió vivir sin miedo a sus gobernantes y con impuestos justos.

Cruzaron con tranquilidad ya que fueron invitados los líderes de sus razas, Zofia por los elfos del bosque, y Gornak el Vigilante por los hombres lagartos, quien era el teniente de Lali, y su pueblo decidió elegirlo como líder de los que vallan a las tierras de Siro.

Siro se quedó, el día anterior había recibido las noticias que Dard y Angrod habían tomado otra fortaleza con facilidad, y el plan era como el que habían planeado, infiltrar un grupo pequeño de goblins dentro de la fortaleza, luego envenenar la comida de los orcos, y en esa confusión el grupo infiltrado abriría las puertas de adentro y dejaría entrar a los soldados de Dard y Angrod.

Mientras Barbara succionaba su miembro por debajo de la mesa, recibió otro mensaje, que los hombres de Dard habían aumentado más del doble, ya que se había vuelto jefe de algunas aldeas goblins y recluto a la mayoría de los sobrevivientes de fortaleza recién capturada.

— Bien muy bien — Feliz de recibir buenas noticias del mensajero goblin, comenzó a descargar toda su semilla dentro de la boca de la pellirroja.

Luego fue a ver que hacía Lali, ella entrenaba su habilidad de sanación, ya que elegio no solo seguir entrenando la habilidad del viento para moverse más rápido, sino la sanación ya que Fen le enseñó que esa habilidad a niveles superiores puede ser muy aterradora, por su arduo trabajo Siro la puso contra la pared donde la penetro con mucha fuerza y pasión, lo cual la elfa recibió sus envestidas con alegría, disfrutaba ser tomada por sorpresa por su amo.

Fue a buscar a Nila cuando tuvo un tiempo libre, ella estaba en el granero, sacándole sangre a uno de los caballos, era su momento de alimentarse — Es mi turno mi amo — Con una sonrisa se acostó en un montón de paja y abrió sus pernas, cosa que Siro no dudo en entrar en ella y disfrutar del cuerpo de la bella vampira.

Cuando Siro no estaba ocupado, su mayor pasatiempo era pasarla disfrutando del cuerpo de sus esclavas, y en la fortaleza estuvo más de una semana solo recibiendo mensajes sin poder intervenir, en ese tiempo sus esclavas estaban agotadas, su amo tenía demasiado estado físico, así que le suplicaron a Fen que le aumentara sus horas de entrenamiento.

Para la suerte de las esclavas, Zofia y Gornak volvieron de instalar sus respectivos pueblos en el reino de Siro, y se reunieron para agradecerle por cumplir su palabra, los lugares que le dieron eran lugares fértiles, de grandes llanuras, además el pueblo de los hombres lagartos había un gran lago donde dejarían sus huevos sin temor a que sean devorados por depredadores, y al estar junto a su pueblo lo podían custodiar de mejor manera.

Ese mismo día recibió noticia del grupo que estaba conquistando fortalezas, dos fortalezas más habían sido conquistadas de la misma forma que la primera, envenenando a los orcos, de esta forma tenía vía libre a la ciudad impenetrable desde la fortaleza del solsticio.

Con las ultimas noticias Siro no dudo en armar una pequeña caravana para ir a la ciudad impenetrable, la idea era vender algunas de las armas de los orcos que habían obtenido como botín de guerra y comprar suministros, pero su objetivo real era establecer relaciones con los bárbaros y demás razas que comercializaban en esa ciudad.

Los orcos si construían caminos, así que decidieron ir con la caravana por los caminos que unían a las fortalezas hacia la ciudad impenetrable, la única de sus esclavas que lo acompaño fue Barbara, Lali se quedó en la defensa de la fortaleza, y Nila como encargada de la puerta espacia, con la orden de que si eran atacados tenía que sacar las piedras y huir hacia la ubicación de barco.