Rey Goblin y Sus Esclavas

Parte 14 - Subasta

Los guardias no habían dormido nada, pero para su suerte salió todo bien, aunque nadie era tan estúpido para atacar en el territorio de Dillan, ellos no sabían quienes habían ido a esa subasta, no querían arriesgar.

A salir el sol Siro y sus dos bellas acompañantes salieron del camarote, con las monedas y sus armas, sin nombre y Fabien lo esperaban a bajar el barco junto a cuatros guardias, dos humanos y dos goblins, los demás se quedaron a cuidar los barcos y a dormir.

La subasta comenzaba temprano, y duraría hasta el atardecer, el lugar era al aire libre, no había nada elegante, solo un pequeño escenario con un subastador obeso y dos esclavas jóvenes que hacían el trabajo de asistentes, con la atenta mirada de todos los participantes, había de todas las razas y reinos rodeando al subastador, que comenzó con los primeros bienes, unos esclavos licántropos capturados en un bosque en un continente lejano.

Siro no oferto por esos licántropos porque no sabía nada de esa especie, pero a simple vista se veían como humanos muy fuertes, fueron muy codiciados esos esclavos, pero se vendieron a un dueño de un coliseo, esos esclavos pasarían el resto de su corta vida como gladiadores.

Las ventas continuaban, siempre de esclavos que se veían muy fuertes, los que mayor ímpetu tenían en ofrecer eran los que tenían gladiadores, cerca del medio día llego algo que a Siro le intereso, pergaminos de domadores, con estos pergaminos se podía domesticar cualquier ser salvaje, necesario para montar guivernos, sabían que los necesitarían en un futuro ya que ellos encontraron diez huevos de guivernos, y por recomendación de Fen comenzó a ofertar por todos los lotes de estos pergaminos, cada lote traían cuatro de ellos, y Siro compro ocho lotes.

Luego de subastar otros tipos de pergaminos, la subasta se volvió realmente sombría, corazón de un gigante, fue lo primero le llamo la atención Siro, pero la cosa continúo empeorando, testículos de un minotauro, cabeza de arpía — ¿Para qué es esto? — Le pregunto a Fen con telepatía, no quería quedar como un ignorante.

— Los alquimistas le gusta comprar esas cosas para experimentar o hacer pociones para algún cliente — Mientras le explicaba, el subastador ofreció unas plumas de fénix, Fen no dudo y se apuró en decirle — Amigo necesitaré esas plumas en un futuro, cómpramelas.

Siro se apuró en ofertar, no sabían para que servían esas plumas, pero si no hubiese sido por Fen estaría muerto hacía mucho tiempo por eso no dudo, aunque le parecieron muy caras no dijo nada y lucho hasta el final para conseguirlas.

Con las plumas de fénix en su mano, volvió a la subasta después de abonar las monedas correspondientes, todos estaban muy feliz por obtener esas plumas menos Siro, que no sabían para que servían esas plumas, pensaba preguntar para que servían, pero el próximo bien llamo más su atención, titanio rojo.

Los minerales pueden absorber distintos tipos de sustancias, nadie sabe muy bien cómo, solo los mejores herreros del mundo pueden lograrlo, y esos minerales eran ideales para crear armas mágicas, el color del titanio significaba que había absorbido sangre, sin dudar mucho comenzó a ofertar por el titanio.

Estuvo muy reñido la adquisición del titanio rojo, pero al final lo consiguió, a pesar que unos comerciantes con ropa pomposa ofertaron por él, los siguientes bienes en rematar fueron dos armas con una habilidad cada una, aunque oferto mucho al final se los quedo un comerciante y la otra un enviado de un duque.

Ya faltando una hora en caer la noche, anunciaron que quedaban los últimos cinco artículos, en ese momento muchos retrocedieron, sabiendo que lo que veía a continuación era imposible conseguirlo, pero los enviados de los reyes, duques, líderes religiosos, avanzaron hacia delante, Siro se quedó en el mismo lugar cerca del escenario, pero atrás de esos enviados de líderes.