Rey Goblin y Sus Esclavas

Parte 17 - Vampiresa

— Mierda y eso ¿Qué es? — Siro se apuro en sacar su espada, mientras miraba ese ser, con la piel reseca, vestido con arrapos que los miraba fijamente con sus ojos rojos, pero lo que mas le preocupaba era sus dientes que lo hacía ver como un vampiro.

— Esta claro que es un vampiro amigo...

— Entiendo que estés tranquilo, pero a nosotros nos puede chupar la sangre — Siro estaba en guardia mirando a sus alrededores buscando alguna estaca de madera.

— Esta débil, denle una gota de sangre para que se recupere un poco y nos cuente como termino de esta forma tan penosa.

El único que estaba tranquilo era Fen, los otros tres tenían miedo que le salte sobre ellos para chupar su sangre, fue Barbara que a pesar de tener miedo dio un paso al frente — Solo una gota — Pincho una de sus dedos con un cuchillo y dejo caer sobre la boca de ese vampiro que no se había movido del lugar, que a pesar su aspecto se mantenía consciente.

— Con esa gota la mantendremos con vida, pero necesitamos más sangre, llevémosla a la ciudad costera.

— ¿No es peligroso amigo? — Siro no estaba convencido.

— A pesar de su mala fama los vampiros son seres muy cultos, mira haya — Cuando Siro miro hacia un costado, había una biblioteca llena de libros, luego Fen siguió explicando — Ellos nacen con la habilidad que se llama eterna juventud, la misma habilidad que tiene tu sangre, y a vivir tanto han echo grandes descubrimientos, descubrimientos que nos podrían servir.

— Lali adelántate y ve a buscar otro pegaso sin jinete, mientras nosotros armaremos una camilla para llevarla a la entrada de la puerta — Siro decidió no negarse más, Fen tenía muchos más conocimientos que él.

— Si amo, como ordene.

— Mientras la elfa salía corriendo, Fen le dijo — avísale a cicatriz que junte sangre de animales, todos los litros que pueda.

Mientras la elfa afirmaba con la cabeza y continuaba corriendo, Siro pregunto — Tanta sangre necesitan.

— En realidad necesitan solo un baso por día para vivir, pero este vampiro se nota que hace años que no tomaba sangre, por eso este aspecto tan desagradable, sin mencionar que se ha vuelto a dormir, seguramente se mantuvo en reposo para sobrevivir todo el tiempo que estuvo acá.

Mientras buscaban material para armar una camilla improvisada, Siro miro los otros dos ataúdes, encontrando dos cadáveres que hacían mucho tiempo que habían muerto, también busco oro o algo valioso, pero no encontró nada, solo libros y pergaminos llenos de polvos, pero que se encontraban bien conservados.

Mientras llevaban al vampiro fuera de la cueva Siro le consultaba a Fen todo lo que se le ocurría de los vampiros, fue ahí que se entero que no le afecta la luz del sol, además no pueden convertir humanos en vampiros, son una raza como cualquier otra, pero con una gran afinidad con la energía elemental, y que también son grandes guerreros de cuerpo a cuerpo gracias a su gran velocidad.

— Ahí viene Lali — Barbaba señalo a lo lejos mientras esperaban afuera de la cueva.

Con cuidado cargaron el vampiro arriba de un pegaso y los cuatros se fueron volando del lugar en dirección a la ciudad costera, Siro a pesar del miedo y del cuidado que le tenia al vampiro, estaba emocionado de conocer una nueva raza, y en silencio agradecía haber tenido la oportunidad de una segunda vida llena de emociones a pesar de ser un sacrificio.

El vampiro seguía durmiendo, a los ojos de los tres parecía un cadáver que había muerto hacia mucho, pero Fen aseguraba que seguía viva, a llegar a la ciudad costera llevaron al vampiro a una cama y a los pocos minutos Cicatriz llevo dos valdes llenos de sangre, el vampiro casi al instante que los valdes tocaron el suelo, abrió sus ojos rojos y se abalanzo a ellos, metió su cabeza dentro y comenzó a tomar toda la sangre que podía.