Cap 9: Solo Por Esta Noche

73 9 5
                                    

Esa pregunta me invadió el cuerpo de una emoción que no sabía de donde venía.

¿Me gustaba Joseph? ¿Le gustaba yo a él? ¿Nos gustábamos?
Pensamientos como esos inundaban mi cabeza.

-Joe, me confundes.-Dije algo cansada y resoplé, no entendía nada.-¿Me odias? ¿Me amas de un día para el otro? Explícame que ocurre en esa rizada cabeza de una vez.-Solté antes de que el joven pudiera abrir la boca.

-Perdón si te mantengo confusa durante todo el tiempo, juro que no lo hago a propósito... Y bueno, lo que quiero decir...-Hablaba nervioso e intercalado- Es que realmente me gustas, Marjorie.-Habló rápido para soltar lo que había retenido durante tanto tiempo, guiado por sus enigmáticos e inseguros pensamientos, claro está. Y por priemera vez en años, me llamaba por mi verdadero nombre.

-Di algo, Margi, por favor.-Suplicó, pues sin quererlo me había quedado mirando un punto fijo con mi propia mente a solas durante unos segundos, segundos que se hicieron eternos a Joseph.

-Joe, sabes de sobras que no podemos hacerlo, no voy a negar mis sentimientos hacia ti, pero por mucho que quiera nuestra situación es complicada.-Expliqué mi punto de vista.

-Margi, ¿desde cuándo te importa lo que piensen? Odias la palabra reputación tanto como yo. Además, si esto no puede durar un largo período, que al menos solo sea por esta noche.-Una liguera sonrisa apareció sin previo aviso en mi rostro ante esa opción.

-Solo por esta noche.- Respondí y él me agarró de la mano para correr por los extensos terrenos de la noble familia Quinn. Yo reía y él también, era una escena digna de la mejor película romántica adolescente.

Me llevó a su espacio de tiro de arco. Todo era campo con unas grandes dianas apoyadas en un caballete de madera situado en el centro del pasto. Los arcos estaban tirados en el suelo, lo más seguro es que Joseph hubiera practicado horas antes, le apasionaba el tiro con arco, aunque no tanto como la escritura y poesía.

No teníamos demasiada visón, tan solo una tenue luz anaranjada que provenía de un no muy grande farolillo que colgaba en lo alto de un soporte de madera.

-¡Betty Boop!-Me tiró un arco y flechas para jugar.-¡Demuéstrame lo que puedes hacer!-Se veía entusiasmado compartiendo uno de sus más sagrados espacios que él tenía, me hacía ilusión ocasionar eso en él, aunque no lo quisiese admitir, me estaba comenzando a gustar el Sr Entrometido.

Nunca había probado este deporte, pero se veía interesante. De las cinco flechas que me compartió, tres cayeron a la jade hierba del terreno, mientras que dos quedaron clavadas en la diana. Una en el espacio blanco y la otra en el rojo, lo esperaba peor.

-Bueno, hay gente que no logra acertar ni una, Margi, supongo que no eres tan mala.-Dijo con sorna.

-Me subestimas, joven Quinn-Alboroté sus poco peinados rizos manchando mi mano, pues no recordaba que lo llevaba tintado.-Oh, mierda.-Dije cuando me di cuenta del manchurrón que llenaba mi palma derecha.

-Vamos, te llevaré al baño para que puedas lavarte, no quiero que manches nada, negra amapola.- He de admitir que sus motes eran algo originales y ya les comenzaba a coger cariño.

Me llevó a un lavabo que estaba en las afueras de la mansión Quinn y me limpié lo mejor que pude, mientras, Joe tiraba bastante cantidad de jabón en mis manos para que eso se marchara cuanto antes. Y lo conseguimos, la grande mancha se había fugado de mis dedos.

Salimos del lugar sin ser vistos, o eso creía, hasta que escuche esa irritante voz.

-Vaya, vaya, vaya, así que los no amantes, ¿no es así?- Para nuestra mala fortuna una conocida joven disfrazada de Kathy Selden de "Cantando bajo la lluvia" había notado nuestra presencia.

𝐓𝐞 𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚𝐫𝐞́ 𝐄𝐧 𝐎𝐭𝐫𝐚 𝐕𝐢𝐝𝐚 | 𝐉𝐨𝐬𝐞𝐩𝐡 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora