𝐓𝐞 𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚𝐫𝐞́ 𝐄𝐧 𝐎𝐭𝐫𝐚 𝐕𝐢𝐝𝐚 | 𝐉𝐨𝐬𝐞𝐩𝐡 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐧

Cap 22: Tú, Yo Y Un Campo De Amapolas

-No lo sé.- Cerré los ojos con delicadeza y lágrimas volvieron a resbalar sobre mis mejillas.

-Cariño, sabes que yo te apoyo en esto y todo lo que hagas, ¿Verdad?-Me preguntó con complicidad.

-Sí, amor, lo sé, pero es difícil.-Sollozaba.

-Lo sé. Y dime, ¿Cuánto tiempo llevas embarazada?- Volvió a preguntar con curiosidad.

-No lo sé, no sé nada más además de que llevo a un ser vivo en el vientre. Me quedé en shock cuando lo supe y no pregunté nada.- Expliqué como pude entre llantos.

-Tranquila, es comprensible, cielo.-Me abrazó más fuerte.
-Pero tenemos que hablarlo con nuestros padres, esto es importante.-Me avisó.

-Lo sé, estoy harta de secretismos, pero ahora la relación de mi padre está algo mejor, no quiero mandarlo todo a la mierda.-Hablé algo exaltada.

-¿Y desde cuando te importa lo que opine tu padre?-Me estaba impregnando de preguntas, pero él sabía la respuesta de esta.

-Tienes razón.-Resoplé.

-Venga, preciosa, vayamos a tu casa y hablemos con tu familia.-Sonrió.

-No sé si es buena idea...-Dije cabizbaja.

-Amor, yo voy a estar ahí.-Me agarró la mano y subió mi mentón suavemente para mirarme a los ojos. 

Asentí y salimos de casa. Joseph avisó a su hermana de nuestra salida y caminamos hacia mi hogar con nuestras manos enlazadas.

Llegamos a la puerta de mi domicilio y mi novio tocó por mí. 

-Marjorie, ¿Cómo fue el médico?- Preguntó Evangeline mientras Quartz me daba un abrazo en forma de saludo.

-De eso teníamos que hablar.-Soltó serio Joe. 

-Me preocupáis, muchachos, anda, pasad dentro.-Mi madrastra nos hizo entrar.
-Sentaos, llamaré a Grimes, está en su despacho.-Informó y subió las escaleras.

-Oh, querida, ¿Qué tal la consulta?- Entró mi hermana Sapphire por la entrada preguntando.

-Eso, ¿Fue bien?-Ahora era Rubí quien entraba y preguntaba despreocupada.

Mis hermanas entraron a la cocina a colocar la compra. Las dos se esperaban que mi respuesta fuera neutra, como un "bien", un "pues normal", pero no lo iba a ser.

-Tenemos que hablar de eso.-Repetí la frase de mi prometido.

-¿De qué, hija?- Bajó mi padre de las escaleras junto a Evangeline y mi hermano.

-Ahora que estamos todos reunidos, Margi y yo tenemos que contar algo. ¿Lo prefieres hacer tú?-Me preguntó Joseph y asentí.

-Estoy embarazada.- Solté sin miedo, pues no valía la pena, el regaño lo tendría tarde o temprano. 

Todos se quedaron helados y Joe me agarró la mano en un gesto de protección.

-Marjorie, dime que es broma, por favor.-Dijo mi padre frotándose el rostro.

-Lamentablemente no lo es, papá.- Mis ojos se volvieron a humedecer.

-Dios santo.-Susurró y cayó rendido al sofá. Yo me mantenía cabizbaja.

-Señor Salvatore, si me permite decirle, yo voy a cuidar a ese bebé y a su hija si me lo concede, lo prometo.-Habló mi chico interrumpiendo el incómodo silencio.