✦II: El Despojo del alma que desencadenó la locura

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Una semana había transcurrido desde que a La Muerte le había sido encomendada la tarea de llevarse el alma de Jungkook

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Una semana había transcurrido desde que a La Muerte le había sido encomendada la tarea de llevarse el alma de Jungkook. En ese momento, el joven permanecía en la cama del hospital, inmerso en una conversación animada con su hermano mayor, ajeno al ser que lo observaba desde la esquina de la habitación.

Aunque La Muerte no había perdido la capacidad de sentir, hacía ya mucho tiempo que no experimentaba emociones propias. Su existencia se centraba en las emociones de las personas a las que debía guiar hacia su destino final, en este caso, las de Jungkook.

No obstante, debía admitir que en ese instante se sentía profundamente frustrado, ya que a estas alturas debería haber tomado el alma de Jungkook. Y a pesar de haberse prometido a sí mismo que no volvería a titubear, lo hizo.

A medida que lo observaba más detenidamente, su curiosidad se intensificaba de manera abrumadora. Experimentar las emociones de Jungkook lo hacía sentir cada vez más en conflicto consigo mismo. Y no podía negar lo extraño que resultaba sentirse así, al mismo tiempo que percibía las emociones de felicidad de su persona.

Por lo general, cuando se les encomendaba la tarea de llevarse el alma de alguien, se les otorgaba a las Muertes la libertad de determinar cuándo sería el momento adecuado para poner fin a esa vida. Sin embargo, en el caso de Vante, se había permitido perder varias oportunidades hasta este momento. Nunca antes había demorado más de una semana en llevarse el alma de alguien, y ahora sentía la urgencia de tomar medidas.

Necesitaba dejar de dudar.

—¡Hyung! ¿Por qué no? —protestaba Jungkook, haciendo un berrinche, mientras su hermano mayor reía, conmovido por la actitud de su hermano menor.

—Porque no, ya te dije que es solo un amigo.

El chico infló las mejillas y soltó un suspiro cargado de frustración. —Sé que no me veo tan bien como para que me presentes a los demás, pero...

—No digas eso, Kookie —interrumpió su hermano mayor. —Estás absolutamente precioso.

—¿Entonces, por qué no quieres presentármelo? Quiero conocer a ese chico del que tanto hablas.

Seokjin reflexionó por un momento antes de abrazar a su hermanito y depositar un beso en su cabeza.

—Solo dame un poco más de tiempo... —«lo que no tengo», pensó Jungkook—. Si te lo presento ahora, probablemente te burlarías de mí o insinuarías cosas, cuando en realidad aún somos solo amigos.

—¡Ajá, lo sabía!

El castaño se sonrojó y ocultó su rostro entre las manos.

—Te lo presentaré más adelante, ¿de acuerdo?

El menor asintió, aunque no estaba completamente convencido. En realidad, no parecía tener muchas opciones en ese momento.

Hacía un tiempo que Seokjin le había estado hablando de un chico, y Jungkook podía percibir, por la forma en que su hermano sonreía y sus ojos brillaban, que algo especial estaba sucediendo entre ellos. Siendo honesto, si era capaz de hacer insinuaciones, ya que su hermano estaba actuando con lentitud, pero supuso que tendría que ser paciente.

・⁺ 𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐋𝐀 𝐌𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 𝐍𝐎𝐒 𝐒𝐄𝐏𝐀𝐑𝐄《𝚅𝙺𝚘𝚘𝚔》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora