※Epílogo※

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Jungkook observaba con asombro su entorno, quedando impresionado por lo precisas que habían resultado ser las palabras de Taehyung en su descripción del Inframundo

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Jungkook observaba con asombro su entorno, quedando impresionado por lo precisas que habían resultado ser las palabras de Taehyung en su descripción del Inframundo. La oportunidad de experimentar cada detalle por sí mismo no tenía comparación alguna. Se giró hacia La Muerte con emoción, sintiendo la intriga y el misterio del lugar, pero su sonrisa se desvaneció al percatarse de la profunda tristeza que reflejaba la mirada de Taehyung mientras lo observaba.

—No me sueltes bajo ninguna circunstancia, podría llegar a perderse tu alma si lo haces.

El otro asintió en respuesta, apretando con determinación la mano de Taehyung. —No estaba en mis planes soltarte de todas formas —respondió con una cálida sonrisa que hizo que el azabache sonriera de igual manera.

Avanzaron hasta lo que parecía ser el comienzo de un extenso río, donde descubrieron una pequeña barca de madera en la orilla. Taehyung ayudó a su acompañante a subir y, una vez a bordo, se sentaron uno al lado del otro. Jungkook quedó asombrado al darse cuenta de que la barca comenzaba a moverse por sí sola, sin necesidad de que remaran. Era realmente algo sorprendente.

—¿Sabes? En un contexto diferente, esta situación podría haber sido una cita encantadora.

La Muerte no pudo evitar soltar una risa, le parecía sumamente curioso que, incluso en una situación como esa, Jungkook estuviera tan animado.

Sus ojos exploraban todo con curiosidad, tratando de divisar el final del río, que parecía infinito. El silencio que los rodeaba era asombroso; Jungkook nunca habría imaginado que presenciaría algo así. Se volvió para mirar a Taehyung, quien de repente había quedado en silencio. Su mirada estaba fija en el agarre de sus manos, y en ese momento, Jungkook notó que sus ojos estaban cristalizados.

—Tae... —lo llamó el menor, usando su mano libre para sostener el rostro del contrario y hacer que lo mirara.

Jungkook no era ajeno al sufrimiento del azabache, ya que él mismo estaba experimentando la misma angustia. Sin embargo, se esforzaba por no pensar en ello, sabía que hacerlo solo lo llevaría al borde del colapso emocional.

Vante observó a su persona detenidamente; parecía tan deslumbrante y rebosante de vida. Ahora que la enfermedad ya no estaba presente, finalmente había tenido la oportunidad de conocerlo en todo su esplendor. Sin embargo, para él, ambas versiones de Jungkook eran igual de hermosas.

Una lágrima se deslizó por su mejilla y Jungkook la limpió con ternura. —¿Por qué la vida siempre me trata de esta manera? —musitó el ser, incapaz de reprimir sus emociones mientras comenzaba a llorar.

—¿A qué te refieres? No digas eso. Debes valorar esta experiencia. El hecho de habernos conocido fue algo que ninguno de nosotros esperaba. A pesar de todo, estoy agradecido por ello. Es por eso que te dejaré ir, y yo... y-yo...

Jungkook se esforzó al máximo por mantener su fortaleza, pero presenciar a Taehyung en tal estado de devastación simplemente socavaba sus esfuerzos. A lo largo de su vida, había aprendido a contener sus emociones y afrontar las adversidades de la mejor manera posible. Estaba tratando de enmarcar esta situación como otra prueba de la vida, con la esperanza de valorar los buenos momentos y convertirlos en preciosos recuerdos.

・⁺ 𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐋𝐀 𝐌𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 𝐍𝐎𝐒 𝐒𝐄𝐏𝐀𝐑𝐄《𝚅𝙺𝚘𝚘𝚔》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora