El ambiente que se había forjado entre ellos era innegablemente extraño, y el ente se encontraba en una confusión inexplicable. No podía encontrar una explicación para lo que estaba sucediendo. Lo que ocurría estaba fuera de lugar en muchos aspectos; Jungkook no debería ser capaz de verlo, ni mucho menos tocarle. Vante se sentía abrumado por la desconcertante incertidumbre sobre cómo actuar en esta situación. Sabía que debía retirarse, pero, en lugar de eso, se encontraba contemplando cómo el chico disfrutaba del contacto en su mejilla.
—Está fría... —murmuró Jungkook sin abrir los ojos.
El ente consideró retirar su mano al escucharlo, pero su persona le detuvo, negando ligeramente con la cabeza.
—Se siente bien, espera —pidió, permitiéndose disfrutar un poco más del delicado contacto. La Muerte realmente no comprendía por qué estaba cediendo ante las palabras del menor.
Se detuvo para prestar una atención más profunda a los sentimientos del otro. Su pecho se llenó de una extraña serenidad, pero seguía sin comprender por qué Jungkook no sentía miedo. Si realmente podía verlo, debería tener al menos una idea de quién era él, ¿verdad?
La situación comenzaba a resultar incómoda, así que decidió alejar su mano del rostro del joven. En el momento en que lo hizo, Jungkook lo miró con unos ojos redondos y curiosos que resultaban difíciles de ignorar.
—¿Tú eres la Parca? —preguntó el contrario con un marcado interés.
La Muerte rodó los ojos, aunque el gesto pasó desapercibido para el contrario debido a la túnica que la cubría. Los humanos tenían innumerables formas de referirse a ella, y Vante sabía que existían muchos mitos sobre su apariencia. Tal vez ahora entendía de dónde habían sacado algunas de esas ideas, ya que al parecer había una forma en la que podían ser percibidos. Quizás este error se había cometido antes, o tal vez los humanos simplemente tenían una imaginación desbordante y habían acertado en su representación visual, a pesar de la ridícula idea que tenían de que debajo de la túnica se encontraba un esqueleto.
Ante la falta de respuesta, Jungkook intentó hacer otra pregunta. —¿Has venido por mí? —cuestionó, y aunque el ser dudó un momento, finalmente asintió, a pesar de que en ese momento no tenía la intención de llevarse su alma.
Sintió una punzada en el pecho, una mezcla de temor y angustia.
Debió haber experimentado una leve culpa por sonreír al percibir ese sentimiento, pero simplemente no pudo evitarlo. Le pareció que esa emoción se debía al temor del chico hacia la idea de morir, y eso fue lo que lo impulsó a sonreír, al descubrir que, en última instancia, Jungkook sí tenía miedo de marcharse.
Eso fue lo que creyó, sin embargo...
—¿Podrías esperar un poco más? Todavía hay algo que necesito hacer.
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・⁺ 𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐋𝐀 𝐌𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 𝐍𝐎𝐒 𝐒𝐄𝐏𝐀𝐑𝐄《𝚅𝙺𝚘𝚘𝚔》
Fiksi Penggemar¿Qué sucede cuando la mismísima Muerte se encuentra inesperadamente enamorada de la vida que debe llevarse? En un mundo donde lo inevitable no puede ser pospuesto, Taehyung se ve atrapado en un dilema insólito. Cuando se le encomienda la tarea de ll...