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El primer día de escuela era sin duda algo estresante para aquel chico, quien refunfuñaba entre dientes, mientras intentaba terminar de abrochar su camisa azul.

La verdadera razón por la que se encontraba molesto es porque se le había echo tarde y no deseaba dejar una mala primera impresión en su nueva escuela.

Este era Choi SooBin, un chico de apenas 16 años que debido a que él y sus padres se habían mudado, estaba por asistir a una nueva escuela en su penúltimo curso. La idea no le desagradaba del todo, esperaba encontrar buenos amigos y compañeros agradables, para él todo eso era una oportunidad perfecta para encontrarse con más personas y conocerlas.

Además, en aquella escuela no había uniformes, por lo que finalmente podía quitarse la tediosa tarea de mantener limpia cierto tipo de ropa, podía usar lo que se le diese la gana mientras no faltara a las normas escolares.

Después de prepararse adecuadamente salió de su habitación, desayunó con rapidez y subió al auto de su padre para que este lo dejara en la escuela. Hubo una despedida corta antes de que finalmente entrará a la escuela y buscase con rapidez su salón.

La escuela parecía agradable, había muchos chicos corriendo al rededor y sin duda se sintió algo tranquilo al estar finalmente dentro de la escuela.

Se paró afuera de la puerta, esperando a que la profesora ingresara para poder presentarse correctamente, cosa que no tardó mucho en suceder.

Entró a su salón no mucho después de la maestra y esta simplemente le pidió presentarse.

— Mi nombre es Choi SooBin — mencionó mientras hacía una leve reverencia —, sean amables conmigo.

— Bien — habló nuevamente la mayor —, puedes sentarte al lado de Choi YeonJun. YeonJun, por favor levante la mano.

Un chico delgado y de cabello oscuro levantó la mano con emoción, logrando que SooBin sonriera antes de acercarse para poder tomar asiento. La clase transcurrió con mucha tranquilidad y cuando la maestra finalmente dio fin a su lección del día el chico pudo aprovechar para estirarse un poco.

De alguna forma sintió una mirada sobre si mismo, por lo que volteó hasta encontrarse con los brillantes ojos de su compañero de mesa.

— Así que Choi SooBin, ¿Qué te trae por aquí — preguntó el contrario, logrando que el mencionado sonriera levemente.

— Oh, acabo de mudarme durante las vacaciones, así que tuve que cambiarme de escuela.

— Mmhh, lo entiendo — mencionó el contrario —, bueno, es un gusto conocerte, espero que podamos ser amigos en tu estancia en esta hermosa secundaria.

Lo último fue dicho con un tono grueso y fingido que logró hacer reír a SooBin. Estaba tan metido en aquello que pudo definir que YeonJun era un chico atractivo.

Hablaron un poco y terminó por darse cuenta que el chico era un poco mayor que él, por lo que llamarlo "hyung" fue algo inmediato.

— ¿Quieres salir a dar la vuelta? — preguntó el mayor —, no parece que el maestro valla a llegar y esto podría ser una buena oportunidad para que te muestre un poco la escuela.

SooBin asintió con emoción, levantándose de su silla y esperando a que el contrario hiciera lo mismo. En cuanto lo hizo el chico no pudo disimular una inmediata mirada de sorpresa; abrió mucho sus ojos, separó levemente los labios y miró de arriba a abajo al chico, aunque en un punto pensó que su mirada era grosera y terminó por disimular.

Por suerte YeonJun estaba muy ocupado acomodando su asiento como para notar que el menor estaba mirando asombrado la larga falda negra que tenía puesta.

YeonJun Nonna [SooJun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora