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Durante la noche SooBin no pudo dejar de pensar en lo ocurrido. Sabía que YeonJun era cariñoso por naturaleza; incluso lo había visto darle un tierno beso en la frente del chico.

Aún así no podía evitar sentirse emocionado, su corazón latía con velocidad y su mente viajaba miles de veces al momento en que los labios del mayor habían tocado su piel. Incluso entre aquello se imaginó como sería si aquellos bonitos y rosados belfos se posaran sobre los propios; la simple idea lo hizo enterrar el rostro entre una almohada, totalmente avergonzado.

Paso horas pensando en aquello hasta que se quedó dormido. En la mañana al despertar se sentía algo adormilado, pero eso no impidió que se arreglara para ir a la escuela.

Igual que siempre YeonJun y BeomGyu llegaron temprano para esperarlo, solo que esta vez SooBin se sintió terriblemente avergonzado al ver al mayor después de haber pensado tanto en querer besarlo. El chico se había puesto un labial rojizo y brillante que hacía ver sus labios mucho más rellenitos, la simple vista lo hizo suspirar y sonrojarse.

— ¿Estas listo? — cuestionó el chico.

— Si, vamos.

Los tres caminaron, pero rodeados de un silencio que ni siquiera BeomGyu pudo romper. Al llegar a la escuela YeonJun pidió a su hermano que entrará a clase, mientras él y SooBin hablaban un poco.

— ¿Te sientes incómodo? — preguntó el mayor —, te he notado raro todo el día.

— ¿De qué hablas? — cuestionó el más alto completamente nervioso —, no estoy incómodo.

— Desde ayer te pusiste muy raro — mencionó YeonJun —, después de que salimos de la tienda estabas muy callado. ¿Te hizo sentir incómodo que te diera un beso? Si es así no voy a volver a hacerlo.

— ¡No! — jadeó el más alto, antes de sonrojarse por la mirada extrañada del mayor —, n-no se me hizo incómodo, de verdad hyung. Eso... eso fue muy lindo.

YeonJun le dio una sonrisa tranquilizadora, una que logró hacer que su estómago se pusiera cálido.

— La verdad es que... me gustó mucho el beso.

El mayor entonces tomó su mano com suavidad, como si con eso buscará calmarlo.

— Podías haberme dicho eso desde el principio — mencionó el más bajito —, así puedo darte muchos besos.

Después se puso de puntitas y dejó un beso en su mejilla, cerca de su nariz debido a que se había ido un poco chueco.

— ¿Por qué no trajiste la falda que compraste? — cuestionó el mayor, mientras lo rodeaba con los brazos para que caminarán juntos.

— Mamá me dijo que primero debía lavarla — mencionó el chico —, ella es muy dura con la limpieza, jamás me deja usar algo sin antes haberle puesto dos litros de desinfectante o jabón.

SooBin no estaba mintiendo. Cuando había llegado el día anterior le había enseñado aquella prenda a sus padres, quienes sonrieron e insistieron que se la probara. Después de eso su madre se la quitó y la puso en la lavadora.

Lamentablemente no se había secado, así que se puso unos pantalones cómodos en vez de aquella bonita prenda.

Cuando tuvieron tiempo libre fueron juntos los demás chicos, quienes estaban en las gradas de las canchas. SooBin no pudo evitar notas que Kai llevaba la falda que había comprado el día anterior, se veía cómodo y reía animado, por lo que el mayor enseguida se sintió feliz.

Algo que también vio fue que TaeHyun no dejaba de mirar a su mejor amigo, sonriendo con las mejillas sonrojadas y poniendo en su rostro una expresión soñadora.

YeonJun Nonna [SooJun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora