Valeri
Me encontraba en el sofá de la sala, observando cómo practican los chicos, con la mano izquierda sosteniendo una taza de café, y con la otra haciendo un retrato de los chicos sin que estos se dieran cuenta, ellos estaban tan centrados en el ensayo, que no notaban mi presencia.
—¡James que rayos! Afina bien la garganta. –Lars le gritó.
—Ey, no es mi culpa, ¡Fue culpa de los helados ilimitados! –Apenas si le pudo oír lo que dijo.
—Creo que deberías tomar algo caliente. –Kirk le recomendó.
—Si, ¡Como un té! –Respondió entre susurrós.
—James, es mejor que no hables, o te quedarás sin voz. –Fijo Cliff.
—Ve a descansar, practicaremos cuando estés mejor.
—¡Estamos igual! –Le dije a James.
—¡Valeri! Que bueno no ser el único. –se sentó a mi costado.
—Tengo pastillas para la garganta en mi habitación, déjame traerte una. –Me levanté.
—Te lo agradecería muchísimo.
—Aqui tienes, toma está ahorita, y la otra antes de acostarse. –Le indique.
—¿Te funcionaron a ti?
—Las acabo de tomar, así que aún no hace efecto.
—Oigan apenas se les entiende lo que dice. –Lars dió un trago a su cerveza, James y yo solo negamos.
Subí a mi habitación y dejé mi cuaderno de bocetos en mi escritorio, que se encontraba al lado de la puerta, y comencé a ver los transeúntes desde mi ventana, mientras terminaba mi taza café. Era de mañana, y a estas horas la gente iba a hacer compras, ir a desayunar, pero mayormente a trabajar, por la vestimenta formal, y porque algunos traían maletines en la mano. Todo mi viaje astral se acabó cuando alguien tocó a mi puerta.
—¡Si eres Lars, no estoy!
—Oh Bueno...no soy Lars.
—Adelante.
—Hola Leri. –Kirk entro con un paquete de galletas en la mano.
—¿Leri? –Me di media vuelta para observarlo.
—Bueno, todos te llaman Valeri, o Val, así que decidí crearte un nuevo apodo ¡Leri! ¿Te molestaría si te llamará de esa forma? –Alzo una ceja.
—No, ¡Para nada! Solo que fue muy inusual. –Reímos.
—¡Ey! ¿Este soy yo? –Agarro la libreta que se encontraba en mi escritorio.
—Um, bueno. –me quedé helada, podía sentir como me sudaban las manos, no suelo mostrar mis dibujos a los demás, por miedo a sus opiniones.
—¡Si que tienes talento! ¿Porque no me terminaste de dibujar? Espera, ¿Esto es de hoy? ¡Claro! Traigo la misma camiseta, ¿Cómo hiciste para que el cabello de Cliff quedé brilloso? ¡Parece una foto!
—Gracias, no lo acabe porque me cansé y es muy probable que no lo acabe nunca.
—¿Por qué?
—Por miedo a arruinarlo.
—¿Te puedo pedir algo? –Se sentó a mi costado.
—Depende.
—Para mi cumpleaños quiero que me regales este dibujo.
—Tomalo enton-
—¡Pero terminando! Y también quiero brillo en mi cabello, ¡cómo el de Cliff! –me interrumpió.
—Bueno, lo intentaré. –Le brinde una sonrisa ladina.
—¡Ah! Te vine a dejar este paquete de galletas, escuché que solo tomaste una taza de café, y tomar pastillas sin algún alimento en el estómago hace daño, o eso creo..no lo sé le leí algún lado. –Me extendió el paquete de galletas, a lo cual accedí.
—Gracias por preocuparte, creo que te debo una.
—¡Si Leri me debes un dibujo! –Se levanto.– Y no olvides mi cabello ¡Cómo el de Cliff! –Me señalo para retirarse de la habitación.
—Si claro, como el de Cliff... –Susurre cuando cuando el ya no estaba.
Abrí el paquete de galletas, eran oreos así que lo pude comer sin ningún problema, ya que me encantan.
Decidí darme una ducha y colocarme lo mas cómodo posible, ya que no iba a salir de mi habitación, desafortunadamente aún sigo con mi periodo, por lo cual no puedo usar mi cómodo vestido blanco, y también estoy mal de la garganta, otro motivo más por el cual necesito usar ropa abrigadora, así que me coloque un short algo largo azul oscuro, y un polo azul marino ajustado. Fui a colocar mi ropa sucia en la lavandería y los chicos se encontraban cocinando, que desastre...
—James te dije que hagas el arroz! –Lars le gritó mientras condimentaba el pollo.
—¡Ya lo puse!
—Claro que no, la arrocera está desenchufada. –Le dijo Kirk a la vez que limpiaba el desastre que hicieron.
—Oh, ¡Sabía que algo faltaba! –Se levanto para conectar la arrocera.
—¿Cliff terminaste de cortar las papas? –dijo Kirk.
–Las papas no, los dedos sí.
—¿Necesitan ayuda? –interviene en su conversación.
—¡Val! puedes ayudarme en esto –Cliff señalo las papas.
—¿Harán papas fritas?
—Dedos fritos creo yo –Kirk se acercó hacia nosotros.
—Bien, yo me encargo de esto, tu Cliff, calienta el aceite.
—¿Cómo hago eso?
—¿Es broma? –Voltee a verlo.
—Si. –Se dirigió a sacar una sartén.
—¿Lavaste las papas y las dejaste reposar en agua cierto?
—¿Las papas se lavan? –Me miro.
—¡Cliff!
Al rededor de una hora almorzamos papas fritas con arroz y pollo al horno de dudosa procedencia, todo está a bien, pero estaría mejor si el arroz no tuviera tanta sal y el pollo no estuviera tan quemado, las papas están ricas, solo que no es el tipo de papa que suelo usar siempre.
—¿Me pase de sal verdad? –James nos miro.
—¿Tenía sal? Ni se siente. –Dijo Lars.
—¿Enserio?
—¡Claro que no!, esto save más a sal que a arroz –Rodo los ojos.
—Bueno, entonces para la próxima hazlo tú. –No se le entendió por su tono de voz y dolor de garganta.
—¿Que dijiste? –Lars le gritó.
—¿Que hay para beber? –Cliff cambio de tema.
—Agua. –Kirk llevo un pedazo de pollo a su boca.
—¿Este calor no los está matando? –Dijo Cliff.
—A todos –Kirk le respondió.
—Oigan tengo una idea –Lars dejo de comer.
—¿Que cosa? –Le pregunte.
—¿Porque no vamos a la piscina?
—¡Es genial! –Todos accedieron, yo solo me quedé mirando¿Cómo iba a ir a la piscina si aún sigo con mi periodo? Ni siquiera puedo usar ropa de baño.
—Andando entonces. –Lars se levantó.
—Espera, ¿Ahorita? –Dijo Cliff.
—Pues claro, ¿No eres tú el que se esta muriendo de calor?
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𝙑𝙖𝙡𝙚𝙧𝙞 | Kirk Hammett
FanfictionLas vacaciones de verano de Valeri Urlich llegaron, cómo siempre, la pasaba en compañía de su hermano, Cliff, James y Dave. Lo que parecía que iba a ser la misma rutina, Cambio gracias a ese chico rizado...