𝕾𝖔𝖑𝖔 𝖛𝖎𝖓𝖊 𝖆 𝖉𝖊𝖘𝖕𝖊𝖉𝖎𝖗𝖒𝖊 (𝖋𝖎𝖓𝖆𝖑)

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Llegó el maldito día de irme. Ese día me levanté con un ánimo terrible por notables razones. No dormí lo suficiente, pero al oír el ruido de los mosquitos paseando por mi oreja, se me hacía imposible continuar durmiendo.

—¡Val! Tú vuelo sale en tres horas. —Lars se sentó a mi costado.

—¡Buenos días señor! —Le di un abrazo mientras me estiraba.

—Buenos días Valeria. —Me correspondió.

—¿Que hora es?

—Las 2 de la tarde.

—Bueno.

Talvez sí dormí más de lo suficiente.

—¿Vas a ducharte? —Me preguntó.

—Si, en un segundo. —Dije mientras me sobaba los ojos.

—Bien, entonces te espero abajo. Y no te olvides que el taxi llega en una hora.—Se puso de pie.

—¡Lars! —Lo detuve. —Sientate aquí. Tengo que decirte algo. —Lo mire insegura.

—¿Todo bien? —Se sentó lentamente.

—Si, solo quería decirte qué... Kirk y y-

—¿Están saliendo? —Sonrio incrédulo.

—¡¿Como sabes?! —Lo mire confusa.

—Espera ¡¿Es cierto?!  —Lars abrió los ojos.

—Si, quería que te enterarás por mí.

—¡¿Hace cuando?! —Se levanto.

—Lars, podrías por fav- —Intente calmarlo.

—¿Que cosa? No puedes hablar enserio, ¡¿Sabes cuántos chicos hay en esta zona?! ¡Y decides estar con uno de mis amigos!

—¡Lars! Por favor escuchá.

—Bien Val, ¡¿pero entiendes que lo soltaste de la nada?! —Se dejo caer en la cama.

—Si Lars, perdón, pero nunca supe cómo decirlo y no podía dejarte sin que supieras esto.

—Um. —Hizo una mueca.

—¡Oye Leri vist-! Oh...—Kirk abrió la puerta, pero al ver la cara de Lars, cerro la puerta de nuevo lentamente.

—¡Kirk ven aquí! —Lars le gritó.

—Um ¡Hola Lars! —Sonrió levemente. —Buenos días Leri. —Aprete los labios.

—¿Que traes con mi hermana? —Lo miro fijo. —Kirk se quedó en silencio por varios segundos, y me miro disimuladamente, yo solo le dije que si con la cabeza.

—Salgo con Leri, Lars. —Respondio normal, pero se que tanto el como yo nos sentíamos secos por dentro.

—¿Y que es lo que sientes por ella? —Cruzo los brazos.

—Yo no estaba buscando nada en lo absoluto. —Se sentó. —En realidad, no estaba pensando en enamorarme tan pronto. Pero luego la conocí, y eso fue todo... Supongo que las cosas solo sucedieron. La encontré y me encontré queriendo pasar más tiempo con ella. Y creo que es así cuando empiezan las mejores relaciones... Tú no estás buscando nada y de repente lo tienes todo. —Yo solo lo mire con una gran sonrisa en el rostro.

—¡Eso fue hermoso! —James aplaudió desde la puerta.

—¡James cierra la boca! —Lars lo señalo.

—¡Es que esto no me cabe aún! ¡Es terrible! —Alzo la voz enojado.

—¡Calma Lars! —Cliff y James ingresaron a mi habitación.

—Valeri, solo vete de aquí. —Lars señalo la puerta que estaban junto a mis valijas.

—¿Hablas enserio? —Agache la cabeza.

—Si, Kirk y tú no pueden estar saliendo. —Contesto frío.

Auch, eso cayó como un balde de agua fría, quería aprovechar los pocos minutos que me quedaban junto a ellos, y me fuí mucho antes. Me sentía terrible.
Ya fuera del edificio llame a un taxi con la mano, y sentía la mirada de Kirk sobre mí, al voltear a verlo un segundo, el me observaba con las manos apoyadas en la ventana, y me hizo una seña de adiós. No podía verlo a la cara, me rompería en pedazos si lo hiciera.
James y Cliff me ayudaron a subir algunas maletas al auto.

—Kirk no quiso bajar, detesta despedirse, pero me dijo que te entregará ésto. —James me entrego un sobre.

—Bien, los voy a extrañar muchísimo. —Los abrace fuerte.

—¡Y yo a ti Val! —Cliff me dió un beso en la cabeza.

—Enserio Lars es un idiota. —James negó y abrió la puerta del auto. —Lo lamento Val. —Dijo James.

Cliff James y yo nos abrazamos por última vez, para luego ingresar al auto.
Y James cerró la puerta.

Con la poca dignidad que me quedaba, voltee a ver una última vez a Kirk, pero el solo estaba cubriéndose el rostro con las manos, me duele verlo así, a lo mejor si nunca me hubiera conocido, no lloraría por algo como ésto.

El vuelo rumbo a los angeles llegó a cinco de la tarde, mi asiento era a la ventana, así qué me coloque mis auriculares, y recordé la carta que me entrego James, decidí abrirla y comencé a leer:

Solo vine a despedirme, es la última vez que te escribo, gracias por todas los dibujos, los besos, las caricias, las veces que el amor nos hizo y deshizo, por esos momentos que paseamos en el parque para estar juntos, lástima que todos ellos solo fueron instantes en los que querías cubrir ausencias, me queda claro que me querías junto a ti, pero tienes que irte. No pude estar contigo bajo cualquier circunstancia, Para ser felices tendríamos que despertar juntos y eso no volverá a pasar. Tú y nuestro pasado no cambiara. Te extrañare mucho mi xodó.

—Kirk Hammett.

—Luego de un vuelo de seis horas. Llegue, y nesecitaba desahogarme con alguien, por eso viene a tu casa y ahora es donde te estoy contando esto Mads. —Dije tomando una taza de café, mientras caían unas lágrimas en ella.

—¡Mi Valu! —Maddy me limpio algunas lágrimas y me abrazo mientras me entregaba un pote de helado, el cual me lo compro como bienvenida. —El tiempo pone a cada uno en su lugar. —Me sonrió algo triste.

—¿Tienes más helado? —Le pregunte.

—Bueno, vamos a comprar los que quieras ¿Está bien? —Tomo su chamarra.

—Bien. —Sonreí pero salió más como una mueca.

Estábamos apunto de cruzar la puerta cuando el ruido de teléfono nos detiene.

—Dame un minuto Val. —Tomo el teléfono. —¿Hola?

—Cariño, ¿Conoces al hermano de Valeri? —La señora Harper cuestionó desde el teléfono.

—¡Mamá! Si si ¿Paso algo? —Maddy colocó el altavoz para que yo también pueda oír.

—Dice que está llamando al teléfono de la casa de su hermana, pero nadie contesta. Pregunta de casualidad si tú estás con ella.

—¿Lars? —Dije en el teléfono

—Val...

Que final más estúpido, aburrido y horrible del planeta.
Perdón si esto no cumplió con sus expectativas, pero soy nueva haciendo este tipo de cosas.
Quizá esperaban más capitulos, pero decidí acabar esta historia así, porque sentía que iba a ser muy repetitiva, pero bue
no soy escritora profesional, solo hice por diversión, y por entretenimiento.

Nada que ver pero escribo esto mientras el sonido de la lluvia re fuerte no me deja dormir, ah y los mosquitos tampoco sjdhjsja.

Atte: Val

𝙑𝙖𝙡𝙚𝙧𝙞 | Kirk Hammett Donde viven las historias. Descúbrelo ahora