𝕷𝖆 𝖕𝖘𝖎𝖈𝖎𝖓𝖆

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Valeri

-Vamos Val, el agua no esta tan fría ¿No piensas entrar? -Cliff intento animarme.

-No Cliff, aún me siento mal de la garganta.

-Pues mi dolor de garganta tendrá que esperar, ¡No pienso perderme de esto! -James se lanzó a la pileta.

-¿Vieron a Lars? -Intervino Kirk.

-Ni idea, voy a buscarlo. -Cliff se fue, dejando nos solos.

-¿Enserio no entraras? -Me miro.

-No, no estoy en condiciones de hacerlo.

-¡Oh! Bueno...¿Quieres que te haga compañía?

-¿Enserio harías eso? -Le cuestioné.

-¡Pero claro! Solo si quieres. -Miro hacía otra dirección.

-¡Gracias Kirk! Pero no es necesario, ve a divertirte con los demás. -Le sonreí y el hizo lo mismo.

-Bueno, si tú lo dices. -Se dirigió con los demás.

Maldito periodo, y maldito Lars ¿No podías esperar 4 días más para que mi periodo acabé? ¡Que antojado!.

todas las chicas de este lugar tienen puesto hermosos Bikinis, los chicos de aquí son perfectos, ¡rayos! ¡Todos parecen actores de Hollywood!, yo con estos short largo y este polo parezco una abuela. Voy a dar una vuelta por este lugar ¡Alguien de aquí no debe parecer sacado de una película!..Sin contar a Lars claro.

-¡Oh! ¿Tu eres la hermanita de Lars? -Unas chicas se acercaron de repente.

-Soy Valeri, Valeri Ulrich, y solo me lleva dos años, así que no soy su "hermanita" soy su hermana -conteste sería, odio que me digan 'hermana de Lars", ¡Lo soy! Y lo se, ¿Pero porque siempre recordarme? Y ¿Porque hermanita? ¡Ellas parecen de mi edad!.

-Uy, ¿Te ofendiste? Perdóname, pero ¡todo el mundo te va a conocer siempre como la hermana de Lars!, digo ¿A caso hiciste algo público, o algo en lo que mereces reconocimiento para que toda la gente reconozca tu nombre? Acaso ¿eres actriz o cantante? Así por lo menos ganas un poco de reconocimiento ¿no crees? -se burló.

-¿Ofenderme? Porque tendría que hacerlo, si las palabras salen de la boca de una niña la cuál cree todo gira alrededor suyo, y que la fama solo se consigue cantando y actuando, ¿Hay mucho más que eso sabes? ¿Alguna vez escuchaste hablar de Picasso, Van Gogh, o Rembrandt? También consiguieron fama con la pintura o escuchaste a ¿Charles Dickens o a Agatha Christie? ¡Creo que ni siquiera tienes idea de lo que hablo!.

-¿Y eso qué? Deberías hacer algo para que la gente conozca más de tí en vez de perder el tiempo, claro si no quieres quedar como la sombra de tu hermano siempre.

-¿Perder el tiempo? La única que está perdiendo el tiempo eres tú, gastando palabras las cuales no me servirán ni para la más mínima mierda, !Hazte vida! ¿Quieres?, Si me disculpas con permiso -Choque los hombros con ella, estaba susurrando cosas con su amiga pero no le tome importancia.

-¿Leri diciendo insultos? Eso no me lo esperaba -Voltee y Kirk se encontraba a mi costado.

-¡Casi me matas del susto Kirk! ¡Espera! ¿Tuviste que ver todo eso? -"Dios, esa fue la pelea más estúpida por la que eh pasado" -Pensé, pero lo dije en voz alta, otra vez, No sé cómo controlar mis pensamientos y mi boca.

-¿Bromeas? ¡Esa pelea fue epica! Pero yo si fuera tu le hubiera dejando sin dientes -Cruzo los brazos.

-¿Kirk metiendo puñetazos? Eso tampoco me lo esperaba. -Reímos.

-En verdad no, pero si fuera un hombre si le arrancaría los dientes.

-¡No si el te los arranca primero!

-Ey ¿Acaso no confías en estos puños? -Apreto los puños y comenzó a pegar a la nada.

-Um, no lo sé, depende de quien sea.

-¿Que tal a ese señor de ahí?

-¡¿Te refieres al abuelito que está tomando limonada?! -Lo mire asustada.

-No, no, a ese señor con tatuajes. -Apunto a otro lado.

-¿Te refieres al señor musculoso que está levantando pesas y mide como dos metros? -Lo mire divertida.

-¿Qué? ¿De que te ríes? Yo creo que sí le ganó. -Asintió mientras lo observaba.

-¡Kirk vamos! Ni tu mismo te lo crees.

-¡me atrapaste! -Rio- Pero ¿Al abuelito si le ganó, no? -Volteo a mirarme.

-Ey Kirk ¡El abuelito no! -Lo mire seria.

-Bien, bien el abuelito no -Alzo ambas manos- ¿Quieres algún trago?

-¿Que? No, yo no bebo. Pero gracias.

-¿Enserio? Ah, eso explica porque tomaste café en el bar.

-Asi es, el alcohol es asqueroso -Hize una mueca.

-Luego te acostumbras.

-Pero ese es el problema, yo no me quiero acostumbrar, si me acostumbro a algo no lo puedo soltar, ¡Como me paso con el cafe! Siento la necesidad de tenerlo siempre conmigo ¿Comprendes?

-No, la verdad no Leri. ¡Pero aquí también hay café! ¿Deseás?

-¡Por supuesto!

-¡Ey Val! -Lars se dirigió hacía nosotros.- ¡¿Que rayos le dijiste a Kat!? -Se veía enojado.

-¿De que hablas?, no conozco a ninguna Kat.

-¡Entonces explícame porque mi novia está llorando y te echa la culpa a tí! -Me agarro de los hombros.




𝙑𝙖𝙡𝙚𝙧𝙞 | Kirk Hammett Donde viven las historias. Descúbrelo ahora