Una semana paso desde que se transmitió el primer album de Metallica en la radio, y ¿Adivinen que? ¡Ya vendieron más de veinte mil copias! ¡En tan solo una semana! Estoy muy feliz por ellos.
Normalmente uno saldría a festejar en este tipo de situaciones, pero ellos se ven muy cansados, y los comprendo perfectamente. Así que prepare spaghetti, ya que les da mucha flojera comprar comida.
—Tengo muchas ganas de dormír. —Dijo Lars en el otro extremo de la mesa.
—Yo igual. —Le respondió Cliff.
—Gracias Valeri, estuvo delicioso. —James recogió su plato de la mesa.
—Gracias Leri. —Kirk se fue a la cocina junto con James llevando los platos.
—¡No hay de que! —Sonreí levemente y me retire del comedor para dirigirme a mi habitación.
Me preparaba para salir, tenía ganas de comprarme algún dulce. Ya saben ¡Siempre hay espacio para un postre!
Tome dinero que estaba en mi maleta. Así es aún no desempaco mis cosas ¡Da mucha flojera! Aparte no queda mucho para que me vaya así que ¡Que más da!
Mi hice una cola alta, ya que el calor me estaba matando, y tome las llaves del departamento, que por cierto, solo hay tres copias, una la tengo yo, otra la tiene Cliff, y la tercera la tiene James. En realidad habían cuatro, pero Lars perdió su llave ¡Ahora saben porque el siempre toca la puerta!
—¿Vas a algún lado? —Lars apareció acostado en mi cama sin darme cuenta.
—¡Lars acabo de tender mi cama! —Le grité.
—¡Bien, bien! —Se sentó.
—Si voy a salir. —Le dije.
—¿A dónde irás?
—Ni idea, solo... voy a salir. —Me encogí de hombros.
—Bien, no vuelvas tarde, ¡Y cuídate! —Salio de mi habitación.
Baje las escaleras y entre al ascensor. Estaba por tomar un taxi, pero decidí ir caminando ya que no tengo la menor idea a dónde me dirijo.
Estuve caminando como una hora ¡Detesto caminar! Pero valió la pena, me encontré con una cafetería, y se veía algo llena, así que ¡Debe ser buena!
Decidí entrar ya que el olor a café me atrajó, y para mí sorpresa, Kirk también estaba en el lugar.
—Disculpe señor ¿Este asiento está libre? —Le pregunte a sus espaldas.
—Para nada Señorita ¡Tome asiento! por favor. —Señalo la silla.
—¡Gracias!—Rei junto a él.
—¿Come llegaste hasta acá? ¡¿Me seguíste?! —Abrio los ojos.
—¿Que dices Kirk? El olor a café me trajo hasta aquí. ¿Y tú qué haces aquí?
—Vina a comprar donas y café para ti, para mí, y para los demás, Cliff me dió el dinero, y yo vine a comprar.
—¿Cliff iba a invitar donas? —Me cruze de brazos.
—Si, si quieres me como tú porción. —Alzo ambas manos.
—Mi porción, ¡Es mi porción! —Lo apunté.
—Aqui tiene ¡Que lo disfruté! —La mesera dejo una bolsa en la mesa.
—Bien, gracias. —Kirk se puso de pie— ¿Y tú no vienes? –Me preguntó.
—Si claro. —Salimos del lugar y mágicamente empezó a llover.
—El clima es de lo más raro. —Dije mirando al cielo.
—Lo sé, busquemos un lugar, hasta que pase la lluvia.
—Bien. —Le seguí el pasó.
—¿Hasta cuando te quedas? —Volteo a mirarme.
—Hasta a abril. —Hice una mueca al recordar que falta poco.
—¿Tienes ganas de volver?
—¡Para nada! Mis amigos son lo único que me hace querer volver.
—Uhm. —Asistió lentamente.
Paso media hora caminando buscando un techo, y sin darnos cuenta estábamos en un puente sobre un lago.
—¡¿Dónde rayos estamos?!
—No lo sé. —Apoye mis brazos sobre la baranda que sostenía el puente, y me quedé admirando el lago.
—¿Cómo puedes estar tan tranquila? A lo mejor nunca volvamos a casa ¡Y luego nos de gripe! —Frunció la frente.
—Tranquilo ¡Mira el lado bueno de las cosas! —Extendí mis brazos.
—¿Y cuáles son?
—No lo sé Kirk, pero ¡Ni que estuviéramos en otro país! —Le di palmadas en la espalda.
—¿Te gusta la lluvia?
—Lo que más me gusta de la lluvia es que nadie puede saber si estás llorando. —Dije llevando una mano a mi frente para cubrirme.
—¿Quieres? —Abrió la caja de donas.
—Dame una de chocolate.
—¡Aqui tienes! —Me entrego la dona.
—Gracias.
—Leri.
—Dime. —Dije aún con la vista al frente.
—¿Alguna vez tuviste novio?
—Si, todos un asco.
—¡¿Tuviste más de uno?! —Abrió los ojos.
—Solo uno, el otro fue un meh ¿Y tú?
—Solo una, un asco igual. —Dirigió su vista al frente.
—¿Que te hizo?
—Fue por mala comunicación. Cada vez hablábamos menos sin razón alguna, y cuando la ví, ella estaba saliendo con otro chico. En realidad nunca supe si nosotros salimos o no, pero que más da. —Nego con la cabeza.
—Que raro.
—¿Verdad que si? ¿Y a tí que te paso?
—Una infidelidad. —Suspire al recordar todo aquello.
—Leri.
—¿Qué?
—¿Te... estoy aburriendo? —Me preguntó.
—No me aburrirías ni aunque quisieras. —Le aseguré con una sonrisa.
Acabe de comer mi dona, y hubo un silencio por parte de Kirk.
—¿En qué estás pensando? —Lo mire curiosa.
—En cómo sería besarte.
—Joder Kirk. ¿No hablas enserio?
—Lo siento. No tengo filtro.
—Es que... Lo complicas todo.
—¿Que complicó?
—Me complicas a mí.
Dió media vuelta y me beso. Fue el tipo de beso que me hizo saber que nunca había sido tan feliz en toda la vida.
...
Hola, estoy escribiendo esto el doce, pero planeo subirlo el catorce :)
Para algunos capítulos uso diálogos de unos de mis libros favoritos, ya que de vez en cuando me quedo estancada en lo que escribo XD.
Pero nada ¡Espero que la estén pasando bien! Les mando un fuerte abrazo y ¡feliz San Valentín!
Atte: Val
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𝙑𝙖𝙡𝙚𝙧𝙞 | Kirk Hammett
FanfictionLas vacaciones de verano de Valeri Urlich llegaron, cómo siempre, la pasaba en compañía de su hermano, Cliff, James y Dave. Lo que parecía que iba a ser la misma rutina, Cambio gracias a ese chico rizado...