ᕗ Maldito Arrogante

03 - Actitudes

Dominik Livakóvic siempre detestó el "arte" de jugar sucio y eso lo confirmó cuando vió vídeos de ese arquero argentino jugando con la mente de los demás y esperando obtener posiciones claras para así agrandar las posibilidades de ganar con tan solo joder un rato.

Para él, eso era jugar sucio.

Cuando lo vió, inmediatamente pensó que era un alfa dominante y ni veía otra cosa que podría ser, pero luego de estar leyendo un rato sobre él, descubrió que había errado y aquel personaje tan egocéntrico, molestoso y burlón era un omega.

— Que raro que un omega se comporte de esa manera ¿No? — Dijo Luka con una sonrisa — No veo al Dibu desde la última vez que ví a angelito. Ojalá jugar con ellos.

— ¿Para qué? No quiero jugar con alguien así. — Miró con furia ese vídeo del Dibu atajando los penales colombianos y haciendo ese gesto tan obsceno después de atajarle a uno.

— No te ha hecho nada a tí, Liva, no deberías comportarte así — Reprendió Luka ante las palabras del arquero de su selección.

Dominik se levantó y miró hacia otro lado. Luka tenía razón en lo que decía, pero aún así, no podía evitar sentir cierto deseo de conocer a ese tipo solo para decirle sus verdades y lo estúpido que era haciendo esas cosas. No entendía como siquiera habían alfas de su equipo que decían que tenía un aspecto interesante y que si podrían tener algo, aunque sea de una noche, lo tendrían.

Recordó esa escena mientras caminaba exactamente a las 11:27 pm.

El lugar estaba algo desolado pero eso no significó que se veía menos hermoso. Las luces brillantes y lo apolíneo de la noche le hicieron soltar un suspiro.

"Tal vez, Luka tenga razón y soy el tonto que está buscando problemas dónde no hay" Pensó mirando hacia al costado, lugar de donde se veía mejor el mar.

Abrió un poco más los ojos sorprendido de ver a alguien sentado y pensando que era uno de su equipo, se acercó lentamente por si se equivocaba.

Cuando se acercó lo suficiente, este se levantó y comenzó a dar brinquitos — Tranqui, Emi... vos podés. Sos el Dibu, Sexo Martinez. Nadie te odia bueno sí, los colombianos, pero no importa.

Sí, totalmente, no se había equivocado.

Él no hablaba español pero si entendía algo porque Luka a veces le decía alguna que otra cosa en español y lo que escuchó fue él hablando de sí mismo.

"Maldito arrogante" Gruñó siendo este escuchado por Dibu.

El omega más alto volteó y miró fijo a ese alfa croata — ¿Y vos qué chota?

"A parte de arrogante, malcriado."

— ¿Qué haces acá? — Habló en inglés.

— ¿A tí que? — Respondió Emiliano en un perfecto acento británico.

—  ¿De verdad eres un omega? — El más alto entrecerró los ojos — Me sorprendes.

— A mí me sorprende que eres más enano que este Omega — Las cosas se estaban poniendo algo tensas.

El alfa comenzó a dejar su feromonas salir para intimidarlo, sin lograr que Emiliano se moviera en lo más mínimo

— Escúchame bien —  Se acercó de una manera amenazante para luego darle un empujón — Si crees que soltando tus feromonas todo valiente me vas a intimidar, sigue soñando, imbécil.

Y ahí fue cuando Emiliano demostró porque era un dominante.

Cuando Dominik quiso responder, un aroma de té con limón se hizo fuerte y lo rodeó a tal punto que lo hizo arrodillarse tapándose la nariz y tosiendo.

— Sorprendéte, alfucho chupaporonga — el alfa miró hacia arriba enojado, se sentía sometido y humillado por un omega. Su lobo estaba gruñendo furioso, pero a la vez, lo más profundo de su lobo quería seguir oliendo ese exquisito aroma a té junto la acidez penetrante del limón.

Dibu lo pateó y el croata terminó por quedar acostado en el suelo. — Me chupas bien la pija — Insultó mientras se sujetaba lo que parecía ser su "amiguito".

Mientras Dibu se iba sonriente por demostrar cada día porque era Sexo Martinez, el grandote (nombre pija que le puso Papu Gómez), un croata terminó por entrar en un trance de celo inesperado por el aroma fuerte, siendo envuelto de una forma totalmente arremetedora por las feromonas duras y masculinas.

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— Sos un boludo. — Dijo Ota.

— ¡Boe! El hijo de puta se lo buscó. — Estaba orgulloso de poder hacer sentir a los alfas lo mismo que hacen a los omegas cuando querian o intentaban intimidarlos ¿Había algo de malo con eso? — No me digas nada más, gordo tetón porque no me arrepiento.

— Cómo digas, pedazo de boludo — Se levantó de la cama y le dió una caja de pastillas — mientas no estabas, Scaloni trajo esto para vos.

Se sentó en la cama y miró curioso aquella caja — ¿Qué es eso? — lo agarró y leyó lo que decía — Pastillas para dormir, ¿Scaloni me está cargando?

— Sí, porque necesito y necesitás dormir — el alfa volvió a su cama — Así que, tomate una y te dormís porque en menos de una semana comenzamos nosotros.

Se acostó y miró el empaque: "No lo necesito" pensó con una sonrisa convincente. "Puedo dormir como un gato gordo, se lo voy a demostrar a ese vejete de Scaloni".

Lastima que no hizo caso.

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๑ 883 palabras.

๑ ¿Que le costará hacer caso? Lo sabremos en el próximo capítulo de su novela. 🍄

๑ ¡Gracias por leer y no olviden dejar sus comentarios!