12 - No es tuyo ni mío

2.2K 300 203
                                    

Solo hay una palabra para explicar lo que Dominik Livakóvic sentía en este instante: Enojo.

Estuvo el anterior día practicando con Gvardiol qué decir, qué hacer y cómo actuar para poder lograr algo con Emiliano que parecía totalmente desinteresado en él.

Estuvo practicando que decir cuando tenga al omega en frente: "Quiero conocerte más" y si no funcionaba, su boca de algo tenía que ayudar. Aunque no lo suene ni parezca por lo sucedido hace un rato, Dominik es demasiado tímido y tuvo que estar todo un día ocupado para poder decirle las bonitas palabras que le acababa de decir ¿Para qué? ¿¡Para que le interrumpan!?

— La concha... — Dijo Dibu separándose y levantando su cuerpo de la cama; se sentía pesado.

Fue a su mesa de noche y abrió el primer cajón sacando de él un desodorante.

Ese es el desodorante que tu amigo me tiró en toda la cara — Dijo con un susurro haciendo mención a Otamendi.

Dibu soltó una risita y comenzó a poner el spray por la habitación — Abre la ventana.

La puerta fue nuevamente tocada — Emi ¿Estás? — Dijo la persona de afuera, Dominik frunció el ceño.

Emiliano miró su cama algo húmeda en una zona por su culpa y la de Dominik por el placer de hace un rato, llegando a una sola conclusión: No podía abrirle a Rodrigo.

Observó a Dominik jugar con sus manos nervioso, sus manos temblaban leve y su mirada era baja, por lo que se acercó a su teléfono y lo apagó.

Hey — Lo llamó con un susurro y le hizo un gesto con el dedo diciéndole que mantenga silencio. Liva asintió.

Pasaron unos minutos en un silencio tranquilo. Por mientras la puerta seguía cerrada, Dominik llevó a Dibu a limpiar su desastre.

Emiliano pudo observar como las manos temblorosas de aquel alfa pedían permiso para todo. Le parecía bastante dulce, sin embargo, insoportable.

Solo hazlo — Emiliano le miró fijo, algo cansado de la delicadeza del alfa.

El croata sonrojado asintió, bajó el short algo mojado en la zona trasera y lo dejó en la canasta de ropa sucia.

Limpió con cuidado como si Emiliano fuera de cristal cuando era todo lo contrario, aquel omega era capaz de noquear a bastantes personas de diferentes castas con un solo golpe.

Levantaba las piernas algo marcadas por el trazo enrojecido de sus dedos y secaba con un pañito blanco la parte sensible de Emiliano sin llegar a tocar más allá de lo que él y tal vez, el omega querían.

Habían pasado minutos desde que la puerta dejó de sonar y la intimidad del momento los había llevado a otra parte del mundo.

Dominik no dejó salir al omega del baño hasta que no le dijera dónde estaban sus shorts de pijama para ponérselo. Al final, Dibu se lo dijo resignado y Liva fue corriendo a traerlo.

"¿Nos está cortejando?" Pensó su lobo. Eso no era cortejar, era ser caballeroso ¿No? ¿O se equivocaba? No lo sabía, nunca había sido cortejado —si es que lo estaba siendo— de la forma en que este alfa lo estaba haciendo.

Le puso aquella ropa interior junto con su shorts de una forma delicada algo agobiante para Dibu, pues él no estaba acostumbrado a eso ni a tanta atención por parte de alguien.

Salieron del baño y el dominante recordó que sus sábanas estaban algo mojadas, iba a tener un largo trabajo para evitar miradas extrañas de las limpiadores de habitación.

Suspiró — Creo que ya te puedes ir.

Livakóvic le miró — ¿Quieres que me vaya?

Pensé que eso es lo que tú querías, me aburre estar con alguien inferior a mí todo el rato — Sonrió burlón.

ᕗ Maldito Arrogante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora