Apariciones inesperadas: Nekoma

730 86 9
                                    

-Agradezco mucho tu ayuda, pero intenta controlar un poco tu aroma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Agradezco mucho tu ayuda, pero intenta controlar un poco tu aroma... me estás sofocando. -Declare, sin mirar a mi chofer.

-Lo siento, Kenma. -Se disculpo. -Es que no puedo creer que el cabeza de gallo te haya hecho semejante cosa. ¡A ti! De todas las personas... Obviamente ya se le frieron todas las neuronas. –

Resople para contener mi risa y le pegue un leve codazo.

- ¿Qué? Es enserio. -Continuo y note la diversión en su voz. -Para hacerte eso, debieron freírsele todas sus neuronas. –

-Pasar demasiado tiempo con Kotarou provoca eso. -Comente y él se rio.

-No me sorprende. -Afirmo. -Bien, aquí estamos. –

- ¿Listo para provocar una escena? -Cuestione, apagando mi consola.

- ¿Contigo? Por supuesto. -Asintió y se bajo del auto.

-Lev, si no dejas de lloriquear en este instante, te golpeare

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Lev, si no dejas de lloriquear en este instante, te golpeare. -Declare, molesto. Yakkun llegó hace unos minutos a la escuela y paso de largo, haciéndonos un gesto obsceno.

-Es que... es que... ¡Yaku-san me ignoro! -Exclamo, aturdiéndome.

- ¡Ya lo sé! ¡Lo vi! -Le respondí en el mismo nivel de voz. - ¡Ahora, deja de lloriquear y compórtate! –

Iba a replicarme... lo vi en sus ojos, pero... algo más llamo a su atención y se volteó.

-Kuroo-san... -Me llamo y señalo hacia la puerta de la escuela. - ¿No estoy alucinando, cierto? –

¿Alucinando? ¿Y ahora por qué va a...?... No... No... No puede... No puede ser...

- ¿Kuroo-san? -Escuche a Lev, pero mis ojos no pudieron despegarse de... de... ¡¿QUÉ DIABLOS HACE KENMA BAJANDO DEL AUTO DE DAISHOU?! ¡¿Y POR QUÉ ÉL LO ESTA AYUDANDO A BAJAR COMO SI FUESE UNA DAMISELLA?! ¡KENMA ES MI NOVIO! ¡MI DAMISELLA! ¡¿POR QUÉ ESTÁ CON UNA RATA COMO ÉL?! ¡¿Y POR QUÉ LLEVA SU HORRENDA CHAQUETA?!

Camine lo más rápido que pude hacia ellos y jale a mi novio por el brazo.

- ¡Kuroo! -Kenma mascullo y me golpeo en la mano para que lo soltara.

- ¡¿Qué haces con él?! -Cuestione sin medir mi tono de voz.

- ¿Qué te importa? -Me replico, y vi enojo en su mirada, pero... ¡ES QUE ESTO NO LO PUEDO DEJAR PASAR!

- ¡Me importa porque eres mi novio! -Declare.

- ¿Tu novio? -Me sonrió con incredulidad... Oh, no... - ¿Yo... soy tu novio?... Creo que olvidaste los mensajes de hace dos días. Según tengo entendido por ellos, me fuiste infiel y terminamos, por lo tanto... ¡No soy nada tuyo! –

- ¿Estás bien, Kenma? -Daishou se adelanto y quise gruñirle, pero... Kenma...

-Estoy bien, gracias por traerme. -Mi novio... mi Kenma le agradeció y... ¿Por qué...? ¿Por qué le dio un beso en la mejilla? - ¿Nos vemos en la tarde? –

-Por supuesto. -La maldita serpiente le sonrió y dio unos pasos hacia atrás, mirándome con arrogancia. Si pudiera golpearlo...

- ¡Kenma! -Yamamoto apareció de la nada y agarro a su compañero del brazo. - ¡Reunión de segundos años, ahora! –

Parpadeé una vez... dos veces... Kenma salió corriendo con él... y yo no pude disculparme.

- ¿Kuroo-san? ¿Está bien? -Lev apareció a mi lado.

-No. -Declare. 

Amados EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora