Ay, todo esto si que está saliendo mal. Siento pena por Kindaichi, sobre todo porque Tsukki puede ser muy cruel cuando quiere.
-Bueno... no hay que perder las esperanzas, si somos insistentes, seguro que ellos entenderán que enserio nos arrepentimos. -Kuroo-san intento tranquilizarnos.
- ¿Tu crees? -Makki-san lo miro con incredulidad.
Ambos comenzaron a discutir mientras caminábamos por las calles sin rumbo alguno. Yo no estoy seguro de nada, tenía esperanzas, pero... Shirabu-san se parece demasiado a Yaku-san, y... no sé...es que... sé que Yaku-san no es fácil de herir, pero...
-Lev... Lev... ¡Lev! -La voz de Hinata me devolvió a la realidad. -Em, creo que sería mejor que no mires hacia tu izquierda. –
¿Mi izquierda? Estamos caminando junto a un parque, lo mucho que puede haber a mi izquierda son perros con sus dueños y... ¿Qué... hace Yaku-san aquí? ¿Por qué está sentado bajo un árbol con una canasta? Parece como si... fuese a tener un día de campo con alguien.
-De acuerdo, Lev. Esta es tu oportunidad. -Kuroo-san me empujo hacia adelante. -Yakkun esta solo, ve y discúlpate. –
- ¡¿Eh?! -Exclame, mirándolo con horror. -Pero-pero... parece que está esperando a alguien y... ¿y si me lastima? –
-Hay que correr el riesgo. -Mi sempai afirmo. -Además, no creo que Yakkun intente matarte frente a todas estas personas. –
-Kuroo-san, el parque esta casi vacío. -Replique, pero él solo volvió a empujarme.
Camine despacio hacia donde Yaku-san esta descansando... se ve muy lindo con esa ropa primaveral... De acuerdo, solo debo llegar y decir que lo siento, que se lo compensare, y que soy un idiota. Es fácil, yo puedo hacerlo. Puedo hacerlo...
- ¡Yaku! -Alguien más lo llamo. Yo... no puedo hacerlo.
-Querido, ¿por qué te estás arreglando tanto? -Mi abuela me pregunto desde la puerta de mi cuarto.
-Es que voy a salir con alguien. -Le conteste. - ¿Qué tal me queda esto? –
ESTÁS LEYENDO
Amados Enemigos
FanfictionSugawara, Bokuto, Kuroo, Semi, Nishinoya, Hanamaki, Kindaichi, Hinata, Yamaguchi, Lev y Terushima están de acuerdo. Todo es culpa de Oikawa. Al capitán de Aoba Johsai se le ocurrió la "gran" idea de hacerle una broma a su novio, pero no quería ser...