Ejecutando la broma: Semi y Noya

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- ¡Ya llegué! -Anuncie, entrando a mi casa

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- ¡Ya llegué! -Anuncie, entrando a mi casa. - ¿Abuela? –

-Bienvenido. -Me saludo, ni bien entre al comedor. - ¿Cómo te fue hoy? –

-Bastante bien. -Respondí. - ¿Qué tal todo aquí? ¿Necesitas que vaya al mercado a comprar algo? –

-No, cariño. Tenemos todo para hacer una buena cena. -Me aseguro con una sonrisa. - ¿Quieres que te prepare algo? –

-Estoy bien, abuela. Gracias. -Le sonreí.

Mis padres fallecieron cuando cumplí los cinco años y, al no tener más parientes, mis abuelos se hicieron cargo de mí. Ellos realmente son buenas personas, aunque... en el caso de mi abuelo, lo era. Falleció hace cinco años de enfermedad y lo extraño mucho, pero aún tengo a mi abuela conmigo y es suficiente.

- ¿Cómo está Daichi-kun? -Su pregunta me hizo voltear. -Hoy hable con su padre, le toca patrullar en el turno nocturno. Podrías decirle que venga a cenar con nosotros para que no este solo. Los niños nunca deben pasar la noche sin adultos cerca. –

-Le enviaré un mensaje para ver si acepta. -Afirme y saque mi celular de mi bolsillo.

Estaba a punto de abrir WhatsApp, cuando mi teléfono empezó a sonar solo. ¿Yuu? Que raro, pensé que estaba en casa de Enoshita...

Mi Ángel: Asahi-san

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Mi Ángel: Asahi-san...

Mi Ángel: Asahi-san...

Mi Ángel: Asahi-san...

Yo: ¿Yuu? ¿Todo bien?

Mi Ángel: En realidad, no.

Yo: ¿Te paso algo? ¿Estás bien? ¿Estás herido?

Mi Ángel: Estoy bien, es solo...

Mi Ángel: Ya no quiero ser tu novio.

Yo: ¿Qué?

Mi Ángel: Asahi-san, creo que lo que tuvimos es lindo, pero...

Mi Ángel: Tú y yo somos muy diferentes.

Amados EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora