¿Por qué no lo pensaste antes?: Parte 5

553 76 27
                                    

No estoy seguro de como acabe en esta situación, pero sin dudas se los contare a Kunimi e Iwaizumi después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No estoy seguro de como acabe en esta situación, pero sin dudas se los contare a Kunimi e Iwaizumi después. Todo empezó ni bien Konoha apareció para tener nuestra "cita", fuimos hasta la casa de Futakuchi a buscarlo y si bien el plan inicial era ir a una sala de juegos, las cosas se torcieron un poco en el camino...

-Díganme que no soy el único que escucha el ruido de un camión de helados. -Konoha nos sonrió. -Hace un clima hermoso, quiero un helado. –

-Bueno, considerando que no pude comer nada más que algo recalentado, estoy a favor de ir por un helado. -Nuestra cita omega afirmo, y yo me encogí de hombros. Si los chicos con los que estoy saliendo quieren helado, ¿quién soy yo para oponerme?

Trotamos un poco para alcanzar el camión, pero valió la pena. Luego, empezamos a caminar charlando, hasta que me di cuenta de que no estábamos ni cerca de una sala de juegos.

-Eh, chicos. -Los llame, confundido. - ¿Hacia donde estamos yendo? –

- ¿Qué? -Konoha me miro sin entender. -Yo los estoy siguiendo a ustedes. –

-Y yo a ustedes... -Futakuchi repuso, mirándome con perplejidad. -Pensé que estabas dirigiendo, Matsukawa-san. –

-Yo pensé que tú estabas dirigiendo. -Le replique. -No estamos ni cerca de una sala de juegos. –

-Pero estamos frente al cine. -Konoha indicó, y nos volteamos para ver el edificio enorme y llamativo. - ¿Y si vemos una peli? Escuche que hay una nueva de terror que te hace temblar. –

Bueno, una película no suena nada mal, y podemos descansar un poco. Tanta caminata me agoto.

Entramos decididos y Konoha fue por las entradas, mientras Futakuchi y yo seguíamos discutiendo de camino a comprar palomitas de maíz porque, ¿quién puede ir al cine y no comer palomitas? Estábamos a punto de pedir, cuando una voz conocida me hizo voltear.

-Futakuchi, no mires, pero nuestros ex están aquí. -Declare a mi cita.

- ¿Qué? -Él me miro con seriedad y volteo.

-Ya tengo las entradas. -Konoha apareció con una sonrisa, antes de notar que nuestro omega estaba completamente quieto. - ¿Qué sucede? –

Ambos nos miramos, sin saber si tocar a Futakuchi para hacerlo reaccionar estaría bien. En eso, nuestros ex se dieron cuenta de nuestra presencia y nos observaron. Creo que Makki estaba a punto de intentar avanzar hacia mí, cuando todo estallo.

- ¡MALDITO HIJO DE PUTA! ¡AHORA SI QUE TE MATO! -Nuestra cita omega grito y se abalanzó sobre su ex. - ¡MALNACIDO! ¡PEDAZO DE BASURA INMUNDA! ¡¿TE CREES QUE SOY IDIOTA?! –

-Alguien tenia mucha ira reprimida en su interior. -Comente, levantando mi teléfono para grabar. -Y dicen que los alfas somos peligrosos, no tanto como los omegas iracundos. –

-Te apuesto diez dólares a que le quiebra una pierna. -Konoha silbo a mi lado. - ¡Dale con todo, cariño! –

-Yo apuesto veinte a que le rompe la nariz. -Indique y, si es una cita, tengo que apoyar a mi enamorado. - ¡Vamos, encanto! ¡Demuéstrale quien manda! –

-Terushima no sale de esta. -Mi compañero alfa negó con la cabeza. - ¡Kenji! ¡Kenji! –

Iba a comentar algo, cuando sentí que alguien me jalaba de la sudadera, y me encontré de frente a Makki.

-Oye... ¿será que podemos hablar? -Me cuestiono. Se ve preocupado... pero lo que hizo...

-No, no puede. -Konoha respondió por mí, y me rodeo con sus brazos. -Disculpa, pero estamos aquí para tener una cita, y tu no formas parte de ella, así que, desaparece. –

Bueno, alguien esta tomándose muy enserio su papel, y tiene razón. ¿Qué estoy haciendo? Makki jugo conmigo, me hizo una broma horrible, y... ¿por qué estoy pensando en ceder a su demanda? ¿acaso debería escucharlo? Ya sé que todo fue cosa de Oikawa, siempre es culpa de Oikawa, pero... supongo que imaginaba que mi omega tenía más sentido común...

-Mattsun. -Mi ex me nombró. -Por favor. –

Ay, Makki... ¿por qué hiciste esto? Si yo te amaba. Incluso como un alfa cursi, imaginaba mi vida contigo, pero... ¿cómo puedo confiar ahora? Quiero creer que estas aprendiendo la lección, y que recapacitarás de esto... pero supongo que nada me garantiza que no vuelvas a lastimarme.

-Se puede saber, ¿qué estas haciendo al lado de mi cita? -La voz de Futakuchi me devolvió a la realidad, y lo vi caminar hacia nosotros con sangre en los puños de su remera. -Matsukawa-san, ¿estás bien? Puedo encargarme de él si quieres. –

Bonita oferta, pero no. Desde donde estoy, puedo ver a Terushima en el suelo... y parece que gane la apuesta.

-Estoy bien. -Respondí. -Será mejor pedir la comida e ir a la sala o nos perderemos el inicio de la película. –

-Mattsun. -Mi ex insistió.

-Lo siento, pero no quiero hablar contigo. -Declare. -Además, como dijeron mis novios, estamos en una cita... ¿supongo que sabes lo que significa, no? Que toda mi atención es para ellos. –

Makki, eres tan listo... fue una de las primeras cosas que me gustaron de ti, entonces... ¿por qué me hiciste esto? Confiaba en ti.

 ¿por qué me hiciste esto? Confiaba en ti

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como que vamos de mal a peor... ahora hay dos más llorando en el suelo con el corazón roto.

-Te ves preocupado, Terushima. -Kuroo declaro a mi lado.

-Es que... si a todos les están rompiendo el corazón... a mí Kenji me va a romper los huesos. -Explique, mirándolo con miedo.

-No creo que te ataque con nosotros al lado. -Él desestimo.

-No lo conoces. -Yo le indique. -Kenji no es como los omegas comunes, él es hostil y gruñón, y tiene un carácter de los mil demonios. –

- ¿Y por qué sales con él? -Semi me cuestiono.

- ¿Bromeas? Él es increíble. No es delicado, ni espera que yo sea un caballero. -Le respondí. -Él me quiere tal como soy, y le gustan mis chistes, y meterse en líos conmigo, ¿cómo no salir con alguien así? –

Vi a mis amigos suspirar, y me encogí de hombros. Considere ir por palomitas de maíz, cuando un aroma conocido me hizo voltear, y... Kenji está aquí... Kenji está aquí... No hagas contacto visual...No hagas contacto visual, si no te ve no puede... Ay, no. Me vio...

- ¡MALDITO HIJO DE PUTA! ¡AHORA SI QUE TE MATO! -Inmediatamente corrió hacia mí. - ¡MALNACIDO! ¡PEDAZO DE BASURA INMUNDA! ¡¿TE CREES QUE SOY IDIOTA?! –

- ¡PERDÓN! -Grite, justo cuando me lanzó al suelo para golpearme. - ¡LO SIENTO! ¡LO SIENTO! –

- ¡SENTIRLO MIS PELOTAS! -Él me respondió, girando mi pierna. - ¡TE DETESTO! ¡¿CÓMO PUDISTE?! ¡INCOMPETENTE SIN NEURONAS! –

Voy a morir... voy a morir... voy a morir... Yo y mis estupideces...

- ¡Perdón, Kenji! -Repetí, entre los golpes.

- ¡QUE TE PERDONE TU ABUELA! -Me replicó, y... ¡Ay, mi pierna!

Voy a morir... voy a morir... ¡Maldición, voy a morir! ¡Que alguien me ayude! 

Amados EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora