¿Por qué no lo pensaste antes?: Parte 4

649 77 28
                                    


-Gracias por quedarte conmigo, Hitoka-chan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Gracias por quedarte conmigo, Hitoka-chan. -Agradecí, sentado en el sofá de mi casa.

-No hay problema, Kageyama-kun. -Ella me respondió con una sonrisa. -Sabes que tú y Tsukishima-kun tienen todo mi apoyo. –

Hitoka-chan se enteró de lo que sucedió en el almuerzo, el día en que regresamos a la escuela, y desde entonces nos manda mensajes de aliento y nos pregunta como nos sentimos a cada rato. Es la mejor amiga omega que podemos tener.

- ¿Y cómo va todo con Shimizu-san? -Cuestione.

-Genial, ella es encantadora y me hace sentir muy segura. -Me contó. Que lindo suena eso, yo nunca me eh sentido así con Hinata, aunque eso puede ser porque siempre tengo que estar alerta ante lo impredecible que es.

-Me alegro por ti. -Afirme. – Te mereces a una buena alfa que te ame y cuide de verdad. –

-Tú también te mereces a alguien así, Kageyama-kun. -Ella argumento. -Sabes, siento que Daichi-san seria un gran alfa para ti. –

- ¿Sí? ¿Por qué? -Pregunte. Daichi-san sería un gran alfa para cualquiera, no entiendo como es que Suga-san pudo lastimarlo así.

-Bueno, él es amable, atento, paciente, cuidadoso a la hora de tratar con omegas exaltados, seguro, fuerte. -Hitoka-chan me explicó. -Siento que se complementaría bien contigo como... por ejemplo, ¿recuerdas el día en que un equipo alfa que vino a practicar con nosotros no paraba de acosarte? Hinata-kun no hizo nada, y tú casi los golpeas. –

-Sí, lo recuerdo. -Asentí. Estúpido equipo alfa que no aceptaba un "no" por respuesta, me hubiera gustado darles una buena lección.

-Daichi-san los alejo de ti, y consiguió calmarte relativamente rápido, mientras que Hinata-kun nunca ha sido capaz de detenerte. -Ella razonó. -O cuando Oikawa-san intento pasarse de listo intimidándote. Hinata-kun huyo despavorido, y Daichi-san lo enfrento por ti. –

-Lo sé. -Afirme con un suspiro. -Pero no podemos dejar de lado que Hinata es un miedoso. –

-Supongo que no. -Hitoka-chan se río.

-Entiendo tu punto, y lo tendré en cuenta. -Le indique.

No es como si no supiera nada de eso, literalmente es por lo diferentes que son, que Daichi-san y yo fingimos ser pareja. Entiendo a donde quiere llegar, solo... no sé, aún pienso en la broma de mal gusto del idiota, y lo único que quiero es golpearlo...

-Sabes, Kiyoko-chan y yo tendremos una cita hoy. -Mi amiga me comentó, cambiando de tema.

-Lo imagine. -Revele con una sonrisa. -Se nota cuanto te esforzarte en tu vestuario... y solo cuando tienes citas sales tan desabrigada. –

-No digas eso. -Ella protesto. -Así consigo que me dé sus camperas y buzos...-

-Vaya, Hitoka-chan. -Silbe. -No sabía que eras tan calculadora como Tsukishima. –

Amados EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora