cap 14

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Desde que se separó de su hermano y entregado a su nueva vida con aquella mujer de cabellos rubios al igual que el, las cosas fueron excelentes. Pues su nueva madre tenía un trabajo estable por lo que la comida nunca faltaba. Además de eso su educación había sido buena también, pero aunque pequeña familia si contará con los recursos no significaba que menospreciará a los demás o fuera un niño mimado, su madre le había enseñado todo lo contrario. A ayudar al que lo necesitará y a ser buena persona, además de que la mujer que lo había adoptado era religiosa, una fortuna a quien tuviera alguien así de madre.

La vida para Hyoga parecía ser como la de cualquier otro niño, fue así hasta aquel catastrófico día.

Su madre le había comentado sobre que ambos debían mudarse a Japón pero jamás le dijo el por qué, cosa que le hacía pensar que algo o alguien malo quería algo de ellos. fue un día normal en el que nada parecía que podía salir mal. Fueron cuestión de tan solo horas para que la tragedia comenzara. Momentos previos al infortunio, el pequeño se encontraba tranquilamente comiendo unos dulces en su habitación; su madre estaba haciendo unas cosas por lo que tuvo que dejarlo en la habitación de ambos para que no hiciera desorden. La habitación era demasiado callada, ruidos del exterior apenas se escuchaban y apenas había brisa del exterior, puesto que generalmente las habitaciones quedaban un poco abajo del barco, pero eso no significará que no tuvieran ventanas.

En fin, el pequeño se encontraba tranquilamente comiendo dulces y viendo un poco de televisión, pero poco después comenzaba a escuchar personas corriendo. No pensó demasiado, pues la primera idea que se le vino a la cabeza fue de que algo importante, como un buffet u otra cosa importante se estuviera dando lugar dentro del barco. Lo ignoro. A los minutos comenzaron a golpear fuertemente las puertas de las demás habitaciones, como si estuvieran apurados por algo, se le hizo extraño un poco pero igualmente no le dio demasiada importancia, pero finalmente tocaron su puerta, con tal desespero que se lo contagiaron a Hyoga quien comenzó a ponerse nervioso, no quería abrir la puerta por qué pensó que quizás sería alguien malo por lo que no se levanto de la cama en lo absoluto y trato de mantener silencio. El sujeto extraño siguió tocando con desespero aquella puerta que parecía que en unos momentos se rompería.

Más miedo. Siguió guardando silencio hasta que escucho un grito algo aterrador.

El barco se hundía.

Fue allí cuando su madre llego aterrada buscándolo a el.

Natassia: ¡Hyoga debemos irnos de aquí!

El no hablo y actuó rápido, pues el rostro de la mujer detonaban pánico. La siguió hasta donde se encontraban los botes de emergencia, que eran más pequeños, y no todos los tripulantes cabían entraban en todos. La gente comenzaba a aglomerarse de sobremanera allí buscando una pequeña esperanza de salvación. La mayoría de los pasajeros del barco pudieron conseguir un lugar y salvarse, pero hubieron personas desafortunadas quienes no contaron con la misma suerte, pues los pequeños botes de emergencias estaban sobrecargados, las personas estaban tremendamente amontonadas y con suerte la madera los sostenía.

Ese día inoportuno fue el que marcó la vida del pequeño de 6 años, quien vio como su madre se sacrificaba por su vida. Los detalles del por qué el barco náufrago nunca se conocieron. Hyoga quedó oficialmente solo desde ese dia.

En poco tiempo quedó en un orfanato donde no hizo ningún amigo, tampoco hacía las actividades que se les asignaba, básicamente tenía una depresión severa, y con toda razon. El vio como su madre murió, presenció su miedo y su angustia y no la dejaron salvarla. De igualmanera no hubo a los pocos días de que entro al lugar fue adoptado por un hombre. Mitsumada kido.

Aquel hombre lo adoptó tan solo 3 días después de que había llegado al orfanato. Lo llevo a una gran mansión donde al igual que el, se encontraban muchos niños de su edad o incluso unos dos o 3 años más grandes. Durante pasaron los días aquel hombre les había presentado a una niña, una niña a quien según el, tenían el labor de cuidar y complacer con sus caprichos.

Mí alma gemela.(2ᵈᵃ Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora