•No necesito a un Alfa• (Spartor)

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(...)

"Te quiero Muzi" Eso fue suficiente para el de aroma a menta. Se alejo rápidamente del lugar, no quería seguir escuchando.

-¿Raptor?- Un mapache habló.

-Flex, hola jaja- Trato de disimular sus lágrimas.

-¿Que te sucede? Nunca te vi llorando-

-No es nada grave, alergia-

-No tienes alergias, tonto- El mapache se subió por su pierna y se aferro a su pecho -¿Momento peluche?-

-Momento peluche- Puso sus manos en forma de cuna y sostuvo al pequeño animal -Gracias Flex- 

Cuando Raptor regreso a la aldea sin su familia todos trataron de animarlo, el único que logro darle consuelo fue Flex, pues al ser bastante "Apapachable" en su forma animal se convirtió en su paño de lagrimas y confidente, adicionando un pequeño detalle. 

-Ni lo menciones, no me gusta ver a mis amigos sufrir- 

-Eres muy buena persona, pero siento que te quedare debiendo algo- Dijo en broma. 

-Acepto cheques y comida, mas que todo la comida- Hablaron un rato mas hasta que el mayor se calmo -Podríamos ir a la pastelería por algún pudin, yo invito-  

 -Sospechosamente amable, acepto- Rio un poco y volvió a dar un abrazo. 

-¡Flex!- 

-¡Aquí estoy!- Respondió ante la voz del alfa de castaño. 

-Oh, hola Raptor- 

-Hola Muzi- Contesto tratando de disimular su voz quebrada. 

-¿Raptor? ¿Estas bien?- Pregunto el omega con aroma a menta -¿Que paso?- Pregunto al de ojos esmeralda, mas que todo por ver al omega de pelo azul en sus brazos. 

-Alergia ¿Podrían llevar eso ustedes? Nosotros debemos hacer una cosa-  Agrego mas misterio, había captado el sentimiento de celos en el omega -Y por cierto, al lado del árbol deje algo que te gusta-  

-¡Bayas! Se ven deliciosas, gracias mapache enfermo ¿Paseo?- El pequeño animal asintió y regreso a su forma humana, mientras el otro hacia lo contrario -Nos vemos en la aldea- Fue lo ultimo que dijo antes de recoger la canasta con su hocico y llevar al omega en su espalda.

-¡Flex, eso no vale! No puede ser, ya se fueron... Vamos por las presas- Dijo el alfa. 

(...)  

-Un postre de limón para el conejo y uno de naranja para el mapache- La de pelo castaño sirvió una rebanada a cada uno acompañada de una malteada -Disfruten- 

-Gracias Linda- Esta sonrió y se fue -Ahora si ¿Qué paso?- Pregunto el omega. 

-Como estoy con el celo me quise alejar de la aldea, ya sabes, como ahora ni siquiera desprendo feromonas con olor a menta les resultaría incomodo a quienes no quienes pareja-

-Yo pensé que no te habías bañado- Bromeo un poco -Pero uno no llora por tener el celo- 

-Sin querer escuche algo que no debía... Me siento un idiota por ilusionarme de esa manera-  

-¿Te recuerdo que son destinados? No se ni para que te preocupas- Agrego mientras daba un mordisco a su postre.

-Ese no es el punto, no quiero que estemos juntos por eso, sino porque nos amamos, estar destinados es una maldición si no existe amor... Es una maldición- Jugueteo un poco con su comida -El lazo no puede hacer que te enamores- 

-Oye animo, se que se ve gris y todo, pero no tienes nada que perder- 

-Lo puedo perder a él- Contesto decaído -Lo perdí a él-