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El Omega seguía quieto, como si le diera una parálisis en todo el cuerpo, una celda no es un lugar muy agradable.

Escuchó pasos hacia el, este solo subió la mirada y se encontró con un albino, se agachó a su altura, lo miró a los ojos y luego el castaño empezó a ver borroso... Todo se volvió oscuro, la poca alimentación, sus heridas y el miedo le pasaron factura.

(...)

Sus párpados empezaron a abrir, no podía enfocar bien la visión, hasta que se acostumbró a la luz.

Miró a su alrededor, no vio a nadie, pero el intentar levantarse un fuerte dolor en su brazo y costado del torso lo hizo volver a su postura anterior.

-No hagas eso, tu hombro estaba con algunos fragmentos de astillas y cristal, además por las repetidas caídas una costilla está algo delicada- La voz venía del otro lado de la reja, con un poco de trabajo distinguió a un peli negro con puntas moradas.

-¿¡Estás bien?!- El castaño volvió a mirar a través de las barras, encontrándose con el peli blanco de antes.

-Si está bien, solo algo adolorido, necesita descansar- Dijo el de puntas moradas.

El castaño suspiro, su vida volvió a cambiar, ahora era un prisionero, a merced de lo que el líder decidiera. Frunció el seño al recordar a ese alfa idiota, al cual atribuía todas sus penas ¿Ahora dónde estaría? Cuándo lo vuelva a ver le daría una paliza.

(...)

Las horas pasaban el volvió a dormirse por el estrés, pero un pensamiento lo despertó de golpe, Mamoru... Temía pensar lo peor, ha pasado un día y en el estado que lo vio, el tiempo era crítico. Se levantó con dificultad, llegando hasta la única fuente de luz, ahí estaba el azabache con un cuenco, el aroma delataba el café.

-Si te preocupa el oso, tranquilo, Mayo lo está atendiendo, es un médico ejemplar- Esto tranquilizó al omega.

-Gracias... ¿Podre verlo?- Dijo en un casi susurro.

-Mira, se que tú no pediste esto, pero te aconsejo no desafiarnos, todo será mas fácil, total, no es mi deber decidir que pase contigo- Eso no se lo esperaba.

-¿No eres el alfa líder?- Pregunto con algo de miedo.

-No gracias, ya tengo suficientes cosas en mi vida como para ser el encargado- Tomo un sorbo de café.

-Y... ¿Quién es?-

-Ya lo veras, en unos minutos te llevaremos con el, para ver cual será tu sentencia por entrar a territorio ajeno- El azabache vio las lagrimas que amenazaban con salir de los ojos del castaño -Si me lo preguntas... Preferiría que te quedes, no pareces un peligro inminente-

-Raptor... ¿Cuándo volverá?- volvió a susurrar, quería saber cuánto tiempo le queda para ver de nuevo a ese imbécil.

-Así que sabes su nombre- Sonrió al ver la cara fastidiada del menor -Los alfas de esta manada, son jóvenes y no somos muchos, aquí el celo es algo fuerte, aunque me sorprendió que no hiciera una tontearía- El alfa se levantó dejando el cuenco vacío.

-Gracias...-

-Dime Trollino, ya es hora-

El castaño asintió, la puerta principal rechino, el peli blanco entró por ella de una forma algo abrupta.

-Trolli, Raptor se escapó- Dijo el albino recuperando el aliento.

-Oh no... Rius quédate aquí con el-

El azabache corío al lugar donde supuestamente estaba Raptor, todo estaba destruido, un lobo no podría hacer eso, pues si, el animal espiritual de Raptor era un lobo de pelaje rojo como su cabello y ojos de diferentes colores, muchos pensaron que era como Rius, pero no, era algo muy diferente, tenía dos animales espirituales, no sé los dijo a los demás ya que no podría soportar ver el miedo en su manada, prefirió callarlo.

El azabache empezó a seguir el olor a menta, al estar en celo su olor era fácil de rastrear -Raptor, será mejor que te calmes, o tendré que obligarte- Dijo al verlo en su forma humana, bastante agitado a decir verdad, el aroma a canela que percibía era demasiado embriagador.

El pelirrojo subió su mirada, sus pupilas estaban como las de un gato arisco -Oblígame- Algo no andaba bien, su voz no sonaba como la de un lunático, era como si pidiera ayuda.

-Regresemos a la aldea- El azabache se quitó el chaleco naranja, en signo de alerta hacia una pelea, ese chaleco valía mucho, su omega lo había hecho para uno de sus aniversarios.

El pelirrojo imito su acción, quitándose la sudadera, era una prenda importante, su madre se la había hecho. El ambiente estaba tenso, ninguno pensaba retroceder, cualquiera diría que era el inicio de una batalla campal, de no ser por la fraternidad que se tenían el uno al otro, los mordiscos, arañazos y de mas entrarían en escena.

-Si no regresamos, el podría hacer que ejecuten al omega, no quieres eso ¿Verdad?- Definitivamente esa no era una opción.

-Bien... Solo, si me da algo, golpéame- Ambos recogieron sus ropas y fueron a "El juzgado" de la aldea, y justo a tiempo.

-Bien, serás sentenciado a-

-¡Espera!- Grito el de ojos esmeralda.

-¿Que pasa? Debe cumplir con un castigo, así lo dicta la ley-

-Si, pero el tiene algo que decir- Trolli miro a Raptor para que continuara.

-Es un forastero, pero... Seria mucho mas útil conservarlo, es omega y todo pero, servirá-

-¡Que me maten! No pienso que me vean como una maquina para tener cachorros- Dijo en un grito ahogado.

-Yo no me refería a-

-Silencio, ¿viste como quedo tu casa? si este tipo de líos se presentan por el, mejor quitar el problema de raíz-

-Timba, por favor, piénsalo mejor- Apoyo el azabache a su amigo.

-Si me dais otra razón para no acabar con esto de la peor forma, adelante-

-Trolli ¿Qué esta pasando?- Hablo una cuarta voz que provenía de la puerta principal.

-¿Mike?- Dijo el de corona.

-Miguel...-

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Momento happy, no se como ni por que, pero termine haciendo 8 caps :p 

Se me cuidan, gracias por leer y chaos. 

•No necesito a un Alfa•  (Spartor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora