Capítulo 9

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El doctor no encontró sangrado interno, al no poder usar magia en Laura era poco lo que podía hacer más que una revisión y un par de recomendaciones en como cuidar sus heridas. Recomendaciones que tampoco le servían de mucho, Laura conocía su cuerpo a profundidad, conocía cada músculo, cada vena y capilar. Ella sabía exactamente como cuidarse y cuál era su límite. Así que se limito a asentir para calmar a máximo que preguntaba una y mil cosas. Espero pacientemente hasta que el alfa fue a despedir al doctor afuera, entonces se levantó y camino a penas en dirección a su cuarto.

Con cuidado se removió la ropa hasta quedar en sus cuadros y se miro al espejo de cuerpo entero. Un par de nomoretones en el cuerpo y la espalda... El puño estaba marcado justo en el centro de su espalda. Quería tirarse en la cama y dormir una semana, pero un baño le soltaría los músculos apretados. Soltó su coleta y dejo su larga cabellera caer hasta su cintura.

Se escucharon golpes en la puerta y Máximo entro sin ser invitado.

- No tienes respeto por el espacio personal. - Laura evitó sonreír.

La mirada de Máximo no estába en su cara sino en ese cuerpo delgado y musculoso. Le dió una media sonrisa y sus ojos le parecieron más oscuros por un momento.

- Gracias a la diosa por eso... ¿Que estas haciendo?

- Necesito un baño - respondió.

-Lo sé, mi bañera está lista -Máximo se adelantó hasta tomar su muñeca y le dio un tirón con cuidado-. Vamos.

-Máximo, no tengo energía para decirte lo poco apropiado que eso sería. No quiero meterme al agua con ropa interior -alegó, pero la mano firme de Máximo la condujo; tirar de ella solo significaría dolor para su espalda.

-No me voy a meter contigo si no quieres. Laura, la desnudez no es cosa nueva para nuestra especie; ya me has visto desnudo.

-Te refieres a tu especie. Yo soy humana; el pudor viene incluido.

Entraron al baño.

-Mi bañera es mucho más grande que esa; vas a estar más cómoda.

-Por favor, no me hagas hacer fuerza. Quiero un baño y una siesta.

El olor a esencias variadas le llenó la nariz. Tenía razón, solo había alcanzado a ver la ducha en la mañana, pero eso era... Cabían fácilmente unas cuatro personas.

-Eso no es una bañera, eso es un jacuzzi -le recordó Laura.

-No, es una bañera -le soltó para tocar el agua rosada-. Deberías ver la que tengo en la casa de la manada; es una piscina natural de agua termal. Vamos arriba.

Tomo de su cintura para ayudarla. Laura miro el agua y su ropa, y el agua otra vez.

- Puedo salir si te incomoda mucho.- dijo Máximo a regañadientes.

A pesar de saber que estaba mal herida, tenía una lucha monumental para no excitarse al verla semidesnuda otra vez.

Laura nego, era justo. Ella lo había visto desnudo ya muchas veces, pero...

- Si me desnudo, tiene que ser justo.- dijo y puso sus manos en el cierre del pantalón de máximo. este la miro con sorpresa y trago con fuerza. Con solo un asentimiento, le dió el paso para desabrochar su pantalón. - solo un baño.- le recordó cuando lo sintió bajo la tela.

La respiración de Máximo era irregular, no encontraba las palabras para calmarla. Intento pensar en otra cosa, en la manada o su abuelita, pero no podía bajar esa cosa que estaba dura desde que la vio en su piesa. Laura saco las manos luego de desabrochar su pantalón. A pesar de su cuerpo mal herido, lo deseaba... Tocarlo sería la perdicion y la preocupación por sus moretones se hiria al carajo. Así que solo se limito a mirarlo unos segundos.

Luna humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora