Capítulo 10

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Los ojos de Máximo se volvieron rojos por un segundo, y Laura sintió cómo el aire se volvía más denso. Daemon, había estado al borde de tomar el control.

- Está aquí conmigo, el bastardo me quería encerrar, tu...- no podía creer que Daemon lo dejara salir con tanta facilidad. La última vez paso semanas encerrado.

- Porfavor no lo encierres, le prometí que no lo harías.- suplico Laura.

Máximo apenas la escuchaba. Las marcas de las garras de Daemon en el brazo de Laura eran una prueba de que no podia confiar en su lobo. Benjamín, había intervenido para protegerla, y eso había desencadenado todo.

"Gracias, Moon. Te debo una, amigo. Puedes volver cuando quieras", pensó Máximo, agradecido pero confundido.

"¿Máximo... Cómo?" respondió Moon, sorprendido.

"Laura me trajo de vuelta. No sé cómo lo hizo, pero daemon le dijo que sabía lo..." Máximo no pudo terminar la frase. La conexión entre ellos era intensa, y las palabras no eran necesarias.

"Mierda..." soltó Moon, y el vínculo se llenó de silencio.

Las sospechas de Máximo se confirmaron en ese instante.

"Dale el control a Benjamín", ordenó Máximo.

"Alfa, no era nuestra intención. Si hubiésemos sabido que era su luna, no habría pasado nada. Solo..."  intentaba justificar su impulso.

"Moon, no estoy enojado. Solo... siendo honesto, sí estoy bastante molesto. Pero lo entiendo. Sé que para Laura eres solo un amigo. Necesito conversar con Benjamín", pensó Máximo, resignado.

"Jamás vamos a decirle a Laura nada. Esto es solo algo pasajero", mintió Moon.

Sabía que era mentira. Amaba a Laura desde siempre, y esa noche había sido un despertar de emociones que no podía ignorar. Pero no estaba dispuesto a perder su amistad por dejarse llevar por lo que tenía entre las piernas. Todo se aclararía cuando encontrara a su verdadera compañera. O al menos eso esperaba.

Laura abrazó a Máximo, tomándolo por sorpresa.

-Adoro a Daemon,- comenzó a decir, -pero...- quería decir que lo extrañaba. Estos días sin él habian sido difíciles. Quería estar con ambos todo el tiempo, y si le acompañaba mañana, no habrá problema..

Maximo la miró con seriedad. -Gracias por traerme de vuelta, pero Daemon te lastimó. Merece un castigo.-

Laura negó con la cabeza. -No era su intención. Es solo un rasguño. He tenido peores. Se lo prometí, además ya aclaramos las cosas. Eso no va a volver a ocurrir.-

Maximo suspiró. -Laura...-

Ella lo interrumpió con un beso y se bajó de la mesa. -Tengo hambre-.

Laura fue al comedor y sintió la puerta de entrada. Benjamin estaba de vuelta. Las palabras de Daemon aún resonaban en su cabeza, pero era ridículo. Ambos habían hecho un trato y, después de esa noche, eran solo amigos. Nada había cambiado. Sacó un espárrago y se lo llevó a la boca.

-¿Hay cubiertos? No comas como un cerdo-, escuchó a Benjamin.

-¿Qué mierda? ¿Comí carne cruda otra vez?- Máximo se sobó el estómago mientras miraba su plato. -¡Qué puto asco!- retiró los platos de la mesa.


-Me iba a comer eso-, protestó Laura.

-Está frío, y si lo cocino, Benjamin tiene un sabor horrible.- Laura sacó una papa del plato y se la metió en la boca. -¡Hey! Te vas a enfermar.-

Luna humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora