Capítulo 25

690 40 1
                                    

T/n's Pov:

Me encontraba en el aeropuerto de la CDMX. Así es, me iría a Argentina. Al fin, tomé la decisión. Pero no por voluntad propia, sino que mi mamá me había prácticamente "obligado" a hacerlo. Al siguiente día de que le dije a Alex, mi mamá me llamo diciéndome que debía si o si ir a Argentina por unos meses. No sabía cuantos eran, si dos o diez meses. Pero realmente sentía el apoyo de todos mis amigos acá. Alex, por un lado, me dijo que haga lo que quisiera, que el me apoyaría en la decisión que tomara. Por otro lado, Fede, me dijo que debía ir, ya que mi familia me esperaba luego de muchos meses fuera de mi casa. Mi mente había sido un remolino estos últimos días. Había tenido muchos dolores de cabeza y llegué a sentirme tan mal como para no querer levantarme de mi cama. Alex me ayudo mucho en eso, y Alan también. Ellos y Fede estaban en el aeropuerto conmigo, acompañándome. Mi hermana Lola también estaba allí, ya que ella iría conmigo, por supuesto.

-Aún no puedo creer que te vayas, enserio — Exclamaba Fede, quien tenía una cara no muy feliz que digamos. Yo menos.

-La verdad que yo tampoco —Admití— Hice lo posible para poder quedarme, pero mi mamá quiere que vaya. No puedo decirle que no.

-No, por supuesto que no, y lo entendemos —Decía ahora Alan, a quien también se le veía decaído.

Alex no había hablado en casi en toda la mañana. Lo veía que realmente estaba triste, pero mucho más que los demás. Y lo entiendo. Mi relación con Alex mejoro muchísimo desde el primer día en que nos conocimos. Y ambos, nos atraíamos por así decirlo. Aunque no hablo de eso con él por vergüenza, jeje.

-Alex, no has hablado en toda la mañana, ¿estás seguro que estás bien? —Fede dirigió su mirada a Alex, quien ahora levantó su mirada que antes se encontraba mirando hacia el piso. El pareció haber escuchado a Fede, pero no parecía tener muchas ganas de responder.

-Estoy bien —Fue lo único que exclamó, volviendo a dirigir su mirada al piso.

Mi hermana cortó el silencio avisándonos que iría a un Starbucks. Yo le pedí mi Caramel Machiatto, como de costumbre. Nos quedamos con los chicos esperando a que pueda embarcar. Faltaban 3 horas y ya había hecho el check-in. Fede y Alan decidieron ir al baño, así que nos quedamos solos con Alex. Aproveché para hablarle.

-Hey —Le llame la atención, haciendo que ahora esté dirigiera su mirada a mi. Tomé aire para seguir— No quiero verte así, enserio.

-Perdón, es solo que... —No pudo seguir sin saber que decir. Era un momento duro para nosotros. Era la primera vez que nos separábamos desde nos conocimos. No resistía verlo así mal, así que me lancé sobre él y lo abracé. El no tardó en corresponder, y sentí como ambos queríamos uno al otro.

-Alex, te amo -Le dije separándonos lentamente del abrazo. Una sonrisa se formó en su rostro por primera vez en el día.

-Yo también, T/n. Y me duele que te vayas... Pero es tu decisión y te apoyaré, como lo prometí —Me sonrió cálidamente, a lo que le devolví la sonrisa.

En eso, logré escuchar como se acercaba mi hermana. Alex y yo nos separamos rápidamente y disimulamos, como ya estábamos acostumbrados para que ninguno sospechara.

-Acá tenés, T/n — Exclamó mi hermana llegando, con dos bebidas en la mano, y entregándome una. Le esbocé una sonrisa en forma de agradecimiento, y logré sentir la mirada de Alex sobre mi.

A lo lejos pude visualizar a Alan con Fede, que venían con unas papas de Mc Donald's en la mano. Reí internamente, ya que según ellos iban al "baño".

-¿Que no iban al baño ustedes dos? —Reí, mientras Fede y Alan me sonreían y encogían sus hombros.

-En mi defensa, Fede tuvo la idea —Dijo Alan para luego ir y sentarnos para esperar que el tiempo pasara. Y lastimosamente, llegó el momento. Eran las 4:30 pm en CDMX, y mi avión salía a las 6:00 pm. Ya era hora de hacer pre-embarque. Me despedí de cada uno, y cuando llegué a Alex, no pude evitar derramar un par de lágrimas. Se que para ustedes puede ser algo tonto, porque ni siquiera me iré a vivir allá, pero es algo triste saber que por muchos meses me despegaré de la vida que tuve hasta ahora. Abracé a Alex, y el plantó un cálido y tierno beso en mis labios, inesperadamente. Haciendo que Alan, Fede y mi hermana gritaran para cargarnos. Rodeamos los ojos, y yo dirigí una mirada fulminante hacia ellos, haciendo que se quedaran serios y evitaran comentarios. Me separé de Alex y hubo un silencio incómodo.

-Por más meses que estes allá, promete escribirnos —Dijo Fede, abrazándome por los hombros. Le había tomado mucho cariño a Fede desde que llegué a Mexico. El fue como un hermano mayor para mí. Y me duele tener que despedirme de hacer videos con él y el resto de la vecibanda.

Llegaba la hora de que subiera, y en un abrir y cerrar de ojos, ya me había despedido. Ellos ya se habían ido. De igual manera estaba un poco más feliz, ya que pude ver que Alex se fue más feliz que antes. Y aparte, recordé que volvería a ver a mis primos que tanto amo, Tomas y Thiago. Ellos significaron mucho en mi llegada acá a Mexico y de verdad los extrañaba demasiado. Una aventura más estaba por comenzar...

UNA ARGENTINA Y UN MEXICANO - carlitos - la vecibanda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora