UNA ARGENTINA Y UN MEXICANO - carlitos - la vecibanda

Capitulo 30

———————T/N'S POV!———————
chapter 30

-¿Que hago, Loli? —Le pregunté. Ya habíamos llegado del cine, y estábamos en mi cuarto. Eran aproximadamente las 11, y nosotras estábamos hablando de que le contestaría a Alex.

-La verdad que no puedo creer que te cueste tanto contestarle —Me dice con un tono de indignación— T/n, se nota que lo amas. Contéstale lo que te salga.

-¿Como lo que me salga? —Pregunté. No entendía a lo que se refería.

Por lo general me costaba soltarme. Era una persona bastante reservada, no compartía mis pensamientos con todo el mundo, y mucho menos mis emociones. Pero Alex había logrado algo que alguien no había logrado nunca. Había podido lograr que me expresara totalmente con el. No me daba vergüenza hablar de mi vida con el, sabía que podía compartir cualquier cosa con el. Y él sabía lo mismo. Y mi hermana, lo notaba.

-Me refiero a que deberías decirle lo que sienta tu corazón —Exclamó, y yo pude entender a lo que se refería. Ahora, la pregunta era; ¿que sentía mi corazón?

-Bueno, la verdad que no se que siente mi corazón, Loli —Le dije. Ella me abrazó y habló nuevamente.

-Te entiendo —Sonreí. Era lindo sentir que mi hermana me entendía— Pensalo, solo voy a decirte que ese chico vale la pena —Dijo mi hermana para luego separarse de mí e irse de mi habitación.

Me quedé pensando. Si, ese chico valía absolutamente la pena. Pero en estos momentos mi mente era un completo desorden. Y en consecuencia a eso, no tenía idea de que hacer con ese mensaje.

                                    [...]

-Bueno, como siempre, llegando tarde —Está vez no me reía. Estábamos llegando tarde a buscar a la madre de Tomi al aeropuerto.

-¿Thiago estás? —Preguntó Tomás con un grito hacia las escaleras.

-Ya voy —Gritó Thiago desde arriba. Reímos por su tono de voz. Se notaba que se estaba apurando.

Cuando por fin estábamos todos listos, partimos camino hacia Ezeiza. Tomi y Thiago nos habían pedido que los acompañáramos a buscar a su mamá, que llegaba de un viaje. Nosotras aceptamos gustosas, extrañábamos a nuestra tía.

-Llegamos —Exclamó Tomi, que manejaba, cuando por fin leímos el cartel enorme que decía; "Aeropuerto Nacional de Ezeiza".

Comenzamos a caminar una vez que estacionamos su auto. Había bastante gente, con lo cual la situación se volvió estresante.

-¿Donde estará? —Preguntó Lola. Estábamos buscando con la vista a nuestra tía, esperando que aparezca en cualquier momento por la puerta de su vuelo.

Pero de repente, vi a otra persona, a alguien totalmente diferente a mi tía. Alguien que me hizo quedarme en shock, totalmente en shock.

Alex.

-¿Que? —Miré a mi hermana, quien me miró sonriendo— ¿Qué hace el acá?

Mi hermana alzó los hombros mientras sonreía. Un par de lágrimas caían por mis mejillas mientras lo veía acercarse mientras me miraba sonriendo.

Miré a Tomi, esperé que hablara. Pero el anteriormente mencionado simplemente me miró sonriendo.

Cada vez las lágrimas eran más abundantes. ¿El realmente había venido hasta acá?

Cuando por fin llegó hacia nosotros, no dude en abrazarlo. Dejé atrás todo lo que había pasado; la llamada, el video, los mensajes. No me importaba nada. Me sentía bien abrazada de él.