45. de pequeño no tiene nada + ig

1.3K 117 49
                                    

Cristóbal.

Mientras lo abrazaba sentía una calidez enorme, que nadie nunca podrá darme. Solo él.

Mi papá.

—No volvai a asustarme más de esa forma, no wei así por favor.—le dije cuando nos separamos, a los dos se nos habían escapado un par de lágrimas.

—Perdóname Cris, enserio.—se mordió el labio, tenso.—Nunca quise que pasaras por nada de esto.

—Pero...¿todo va a estar bien, verdad?—miré al agente que estaba detrás de un escritorio, el cual me miraba con una sonrisa.

—Por supuesto muchacho, tú tío está bien.—me sonrió.—Se podrá ir contigo inmediatamente, si así lo quieres.

—Obvio, obvio que lo quiero.—me emocioné más que la chucha y volví a mirar a mi tío, que me miraba feliz.

Este es uno de los verdaderos "war is over".

✍︎ ✍︎ ✍︎

Cuando salimos la Vale se puso a llorar al ver a mi tío, supongo que ella también pensó en la probabilidad de que estuviera muerto.

Pero como dicen...yerba mala nunca muere.

Ese weon es más duro que el mismísimo duro de matar.

Así que ahora estábamos en nuestra casa, por fin.

Durante la semana iríamos a buscar todas mis cosas a la casa del Martín, igualmente yo estaría profundamente agradecido por todo el apoyo que me dieron.

—Así que...¿qué pasó ahí?—pregunté yo. Ahora estábamos los dos solos, la Vale vendría más rato con todos los demás.—Tení una herida de bala en el hombro.

—El Camilo murió.—me dijo con una sonrisa, aunque no se veía realmente genuina.—Él fue el que llamó a la PDI.

—¿Cómo?

—Se sentía culpable por haber matado a su hijo, entendía porqué hizo eso.—suspiró.—Supongo que la culpa lo estaba matando. En el fondo, él no se esforzó por querer matarme.

—Entiendo, en todo caso, tú puntería nunca falla.

—Exactamente, o sea, yo iba a ganar de todas formas.—nos reímos.

—Así que...¿ya estamos bien?—le pregunté, estaba nervioso por su respuesta.

—Ya estamos bien.—pasó un brazo por mis hombros.—Puse a cargo del negocio al Lucas, por tanto que a mí simplemente me llegará la plata. Me alejaré de ese negocio por el momento, tendré que ver que hacer.

—Seriai un buen profesor de artes marciales, ¿por qué no habrí un centro?

—Tení razón, nunca lo había pensando...

Hablamos unos minutos más de cosas banales, nos teníamos que poner al día después de tanto tiempo.

—Cristóbal, por favor dime que estai ocupando protección.—me dijo como en una súplica, le tuve que contar que ya había tirado con la Vale, después de que me estuviera bombardeando con esa pregunta todo el rato.

—Obvio que sí, nunca llegamos a nada sin eso.—le dije con un poco de vergüenza, que perso hablar de esto con él.

—Es lo único que me interesa, que se cuiden.—suspiró.—Quien lo diría, el pequeño Cristóbal...

quiero que seai tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora