15. tai ma' rica que un braunichoc

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Cristóbal.

Estamos hasta el cogote.

Conchetumare, yo sospechaba que esta wea iba a pasar.

Lo que menos quería, era involucrar a la Vale. Y eso estoy haciendo.

Estamos escapando de los pacos con la Valentina, o sea, en realidad nosotros no.

Él Joseph si.

Nos subimos en un auto con él, los pacos no cachan que estamos nosotros, si supieran cagamos. En todo sentido por la mierda.

Y todo empezó cuando yo estaba llegando a mi casa...

✍︎ ✍︎ ✍︎

minutos antes.

Conchetumare, Joseph culiao.

Me llamó un amigo de él, me dijo que unos weones habían sapeado al Joseph, no tenían pruebas en sí, pero los pacos culiaos desde hace rato andaban persiguiendo a un fantasma y tener recién una pista los hará actuar de inmediato.

Iba llegando a mi casa cuando vi a caleta de patrullas afuera, me escondí altiro en un callejón y revisé mi celu a ver si tenía un mensaje de mi tío, pero ni una wea.

Estoy más tenso que la chucha, ¿qué se supone que hago ahora?

Levante la vista y vi el auto del Joseph escondido a unos pasos de mí, este weon no le tiene miedo a nada.

Él estaba con una capucha, me hizo una señal para que me acercara, yo lo hice.

—¿Qué estai haciendo aquí culiao?—le dije enojado.—Los pacos literalmente están afuera de nuestra casa.

—Cristóbal, si me pasa alguna wea tú sabí que quedai a cargo de la familia del Martín.—me dijo serio.

—Déjate de hablar weas, si no te pasará nada.

—Cris..—no pudo seguir hablando porque vió a mi polola acercarse a nosotros, conchetumare.—¿Y tú?

—Hola, Cris me preocupé por lo que pasó, ¿está todo bien?—dijo mirando a los pacos que estaban afuera de mi casa.

—Mi reina, este no es el mejor momento para que esté aquí.

—¿Seguro?, Cris...—se quedó callada.—Súbete al auto.—dijo paniqueada, caché que era importante así que me subí rápido.

—Afírmense y quédense agachados.—nos dijo él Joseph arrancando el auto y saliendo de ahí lo más rápido posible, los pacos nos cacharon y tomaron marcha a sus autos al instante.

Y aquí volvimos al principio, él Joseph está too' nervioso por parar en un lugar piola para que nos bajemos y escapar.

—Voy a parar a la vuelta, estos weones no cacharán porque justo hay un pare.

—Tengo miedo.—dijo la Vale, puta la wea no quiero que le pase nada.

Sonó un disparo, mi polola estaba temblando y yo quería puro pegarme un tiro, estos weones no tienen porque disparar. Me carga que hagan sentir a la Vale así.

Lo que más me desespera es que ella esté mal.

Él Joseph se detuvo sacándome de mis pensamientos.—Ya bájense, ¡rápido!

quiero que seai tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora