El viento tocaba su rostro, su respiración estaba agitada, su cabello y cuerpo lleno de sudor y su pecho inflándose cada vez que requería de más oxígeno.
Entrenas por las mañanas no era extraño para él, desde que estaba en el internado, al empezar su primera clase él ya se encontraba ejercitado, duchado, desayunado y listo para comenzar su día.
Los jardines del palacio eran el escenario perfecto para salir a correr. Estaban demasiado grandes, por lo que podía ejercitarse sin problema alguno. Además, levantarse temprano también tenía beneficios y no habla precisamente en el área de la salud.
Alhena se iba muy temprano a sus prácticas, ya sean las de equitación o las de natación. Así que eso le daba leves momentos para poder verla. Siempre lucía muy linda, aunque trajera cara de sueño. Amaba dormir, pero también amaba lo que hacía.
Da su última vuelta y se detiene. Toma un sorbo de agua y camina en dirección a la entrada de palacio.
Al entrar puede ver como los de servicio murmuraban muchas cosas, claramente a él no le incumbía. Antes de poder subir un escalón, la voz de Alhina lo interrumpe.
—¿Dónde estabas? Te estuve llamando. —Pregunta y lo sobresalta un poco.
—Hola, salí a correr y lo olvidé en mi habitación, ¿sucede algo? —La mira extrañado al ver como mantiene su ceño fruncido, como si algo le molestara.
—Tienes que venir a ver esto —le informa y este sin dudarlo lo sigue.
Llegan al despacho de Alexandri y ahí ya se encontraba, el rey, la reina y Simon. Todos lo miraban como si quisieran saber algo.
—Theo, ¿qué sucedió ayer en la fiesta? ¿Alhena estuvo con ustedes todo el tiempo? —Interroga su tía Serem.
—No, hubo un momento donde salió en compañía de Izan. Yo la seguí para verificar que estuviera bien —explica.
—¿Pasó algo entre ellos? —Ahora es el turno de Alex de preguntar.
—No me siento cómodo diciéndolo, creo que Alhena es quien debe decírselos. —Todos abren los ojos asustados.
—Dime, Theo, ¿qué fue lo que pasó? —Serem lo ve necesitada.
—Lo que pasó es que el tipo estaba forzando a Alhena a besarlo, yo iba a intervenir, pero Alhe se defendió, lo golpeó y él terminó en la fuente.
—¡Ese estúpido me va a conocer! ¡¿Cómo se atreve a tocar a mi hija sin su consentimiento?!—Ruge con furia Alexandri —. ¡Maldito cobarde!
—Tranquilo, dulzura. Vamos a encargarnos de esto. —Lo toma de las manos tratando de calmarlo y al parecer funciona.
—¿Por qué me pregunta eso? No entiendo. —Cuestiona esperando una respuesta.
Alhina sin decir nada prende la televisión en un canal de espectáculos.
ESTÁS LEYENDO
Un Perfecto Desastre (PAUSADA TEMPORALMENTE)
RomanceParte II de la bilogía "Amores reales". -¡Alhena, él ha regresado! -Recibe Alhina feliz. -¿Quién? -Cuestiona dejando su casco. -Cumplió su promesa -la mayor sigue sin entender. -No entiendo lo que dices, ¿cuál promesa y quién la hizo? -¡Joder! -Exc...