Parte II de la bilogía "Amores reales".
-¡Alhena, él ha regresado! -Recibe Alhina feliz.
-¿Quién? -Cuestiona dejando su casco.
-Cumplió su promesa -la mayor sigue sin entender.
-No entiendo lo que dices, ¿cuál promesa y quién la hizo?
-¡Joder! -Exc...
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—Entonces, ¿qué dicen, tía Kathe y tío Enzo? —Alhina abaniquea sus pestañas.
—¿Prometen que nada de alcohol? —Cuestiona Enzo mirando a todos.
Ambos esconden una mano cruzando los dedos y con la otra la levanta como juramento.
—Bien, Malika irá. Pero compórtense. —Todos se abrazan.
—Les recuerdo que a pesar de que los fines de semana no hay personas de servicio, siempre hay guardias. Así que no hagan ningún desastre. —Habla Alexandri.
—Si, su majestad. —Como si estuvieran coordinados hacen un saludo militar.
—No vemos el lunes. Cuidan bien a mi Apolo.
Todos proceden a despedirse de sus padres y madres.
—Se portan bien. —Les dice Serem.
—Tampoco nos vamos a la guerra. —Alega Theo.
—Lo decía por mis hijas. Ellas dos juntas son imparables.
Las gemelas sonríen y le avienta un beso a su madre.
Todos se cuelgan sus mochilas y caminan hasta la camioneta que los llevará la casa de campo. Está muy cerca de un bosque a la afueras de la ciudad y tiene un estilo victoriano.
Suben y como siempre, tratan de que Theo y Alhena se sienten juntos. Le vehículo arranca y ambos se miran entre sí.
—¿Por qué huelo a tensión aquí? —La pregunta de Malika hace que Zahid suelte una carcajada.
Eridani observa la reacción de su hermano divertida al igual que Eris.
—No hay ninguna tensión —aclara Alhena.
—Se supone que ustedes son novios, ¿Por qué actúan cómo si se gustaran y no lo quieren aceptar?
La de puntas lila suele ser muy directa e intuitiva.
Alhina se acerca a su oído y le susurra unas cuantas cosas.
—¡Dios! Perdón, no sabía. —Tapa su boca avergonzada.
—¿Qué le dijiste? —Pregunta con curiosidad Theo.
—Que pasaron una mala noche y que tienen problemas maritales —ambos la miran boquiabiertos.
—¡Alhina! —Exclaman al mismo tiempo.
—Era una broma, no tan broma. Le pasé más o menos el contexto.
—Tengo una duda —la rubia llama la atención —. Ustedes dos se gustan de eso estoy segura, pero lo que no entiendo es, ¿por qué fingen si pueden hacerlo real?
Theo se queda callado sin saber que decir. Sabe que es su culpa que esta situación esté de esta manera.
—El tonto de mi hermano le dijo cosas hirientes a Alhena, ambos se separaron por eso. Luego llegó el estúpido que se parece a Gollum y quiso aprovecharse de la situación. Mi hermano quiso protegerla y ahora tienen que fingir que son novios.
