El auto negro se detiene justo frente al gimnasio en el cual Alhena se encuentra haciendo su practica de natación. Según lo que le dijo, debería salir en cualquier momento. Su práctica terminó como hace diez minutos.
Muchas chicas salieron, pero no su adorada castaña. Lo miraban curiosas, últimamente desde que su relación mejoró salían mucho y se dejaban ver mucho públicamente.
Una chica de cabello castaño se acerca hasta él y le habla.
—Hola, ¿busca a la princesa? —Pregunta con un poco de nerviosismo.
—Hola, sí, ¿sabes si va a tardar mucho? —Contesta amable.
—Yo creo que sí, el entrenador tuvo una emergencia y ella se ofreció a darle su práctica a un chico nuevo, bueno, en sí vino a aprender natación. Así que ella debe estar explicándole. Pero no se preocupe, ya casi deben terminar.
—Entiendo. —Se toca la barbilla pensativo —. ¿Crees que me dejen entrar?
—Seguro, solo dígale que va a ver a la princesa. Es su novio, jamás le negarían la entrada.
—Te agradezco mucho. —La chica asiente y se regresa hacia donde están sus amigas.
Theo suspira y camina hacia donde se encuentra con una persona de seguridad.
—¿Le puedo ayudar en algo? —Interroga sin inmutarse.
—Vengo a ver a la princesa. Soy su novio. —El de seguridad lo mira sin decir nada, solo le hace un movimiento con la cabeza indicándole que puede pasar.
Camina a lo largo de un pasillo hasta que al fondo puede verse una gran alberca y en la orilla de ella está su castaña con el chico. Alhena le explica algunas cosas mientras el chico asiente. Ella le sonríe para brindarle seguridad y trata de que él se suelte de la orilla. Por lo que el castaño claro puede ver, están en la parte baja o al menos eso se percibe desde donde está Theo.
El ojiazul está atento a los movimientos de la chica, sonríe cuando ella lo hace. En un mal paso que hace el chico, la castaña lo toma entre brazos para que se aferre a ella.
Pasan cinco minutos exactos y el chico aún sigue abrazando a Alhena, ella comienza a verse un poco incómoda o al menos eso alcanza a ver Theo, ya que está de perfil.
No negará que ver como ese tipo tiene abrazada a su chica hace que sus celos crezcan. Se percata de que hay otro de seguridad en una puerta cerca de los vestuarios y camina hacia él.
—Disculpe, creo que el agua de la piscina se ve sucia. Deberían drenarla. —Su comentario alarma un poco al de seguridad, quien rápidamente lleva la mirada a la alberca.
—Yo la veo limpia joven —responde.
—Desde donde yo estaba sentado no se ve así. —Insiste.
—Perdone, pero no creo que sea así. La han limpiado hace unas horas.
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Un Perfecto Desastre (PAUSADA TEMPORALMENTE)
RomanceParte II de la bilogía "Amores reales". -¡Alhena, él ha regresado! -Recibe Alhina feliz. -¿Quién? -Cuestiona dejando su casco. -Cumplió su promesa -la mayor sigue sin entender. -No entiendo lo que dices, ¿cuál promesa y quién la hizo? -¡Joder! -Exc...