Blood prison | Symbrock

II

Llevaban una semana en la prisión, por ahora les iba bien, no sé habían metido en problemas.

Cada guardia tenía la opción de activar la resonancia magnética que Eddie tenía en su cuello por si se llegaba a descontrolar, o mejor dicho, si Venom se llega a descontrolar.

Estaban en el patio y Eddie estaba en una banca sin hacer absolutamente nada. Hasta que un chico se había acercado a él.

—Hola, tú debes ser mi compañero de celda, ¿no? —habló. Eddie levantó su cabeza lentamente y miró al que tenía en frente.

—¿Tú quién eres? —preguntó.

—Soy 288, soy tu compañero de celda, no nos hemos podido presentar bien.

—Bien, ya lo hiciste—volvió a colocar su cabeza dentro de sus brazos.

—Eres el que tiene un extraterrestre dentro de su cuerpo, ¿cierto? —era un compañero muy curioso, no se callaba.

—Sí, ahora largo—quería estar solo, ese chico lo fastidiaba un poco.

—¿Podría conocerlo?

—No pue–... —antes de que terminara, una cabeza se formó al lado de Eddie.

—Hola, insecto.

—¡Oh por Dios es real! —el grito del compañero de Eddie había hecho que este levantara su cabeza con pesadez.

—¿Acaso crees que soy un invento?

—P-Pensaba que era falso... Pero eres completamente real... —miraba a Venom con admiración, era la primera vez que veía algo como eso.

—Yo soy Venom—se presentó.

—Es un gusto Venom, soy 288, un placer—estiró su mano, Venom materializó una mano y la estrechó con la del chico.

—¿Ahora te comportas amable? —bromeó el castaño.

—Hay que llevarnos bien con los demás si no queremos problemas.

—Bueno, tienes razón.

—¿Cuánto llevan juntos? —preguntó animadamente el chico ganándose las miradas de extrañados de Eddie y Venom.

—¿A qué te refieres? —preguntó el castaño.

—Quiero decir, ¿cuánto tiempo se conocen?

—Un año—respondió el simbionte.

—Se deben llevar muy bien, como quisiera tener un compañero para tener esa confianza que ustedes tienen—los dos se miraron y rápidamente voltearon su mirada a otro lado.

—Todo se basa en personalidad.

—No puedes hablar de personalidad porque la tuya es un asco.

—¡Oye! Eres un grosero—el chico reía al verlos pelear, pensaba que eran una pareja.

Eddie al menos tendría a un nuevo compañero de celda, por un momento había pensado que solo estaría con Venom.