III

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Eddie estaba en el patio haciendo algunas flexiones hasta que una voz lo había interrumpido.

—Vaya Eddie, no esperaba verte aquí—esa voz tan familiar hizo que Eddie se exaltara.

Varios reclutas de la prisión estaban detrás de Kasady como si fueran sus sirvientes, ¿cómo es que no le tenían miedo?

Hola, asesino psicópata en serie.

—¿Qué quieres Cletus?

—Deberíamos ser compañeros y llevarnos bien—hablaba con ese típico tono amable sarcástico.

—¿Todavía conservas a Carnage? —el mencionado apareció al lado de Cletus, había materializado su cabeza.

—Ahora somos iguales Eddie.

—No, claro que no—miraba a Cletus con una mirada de asco, quería evitar pelear con él.

—¡287! —gritaba el chico que había conocido hace unos días Eddie—. ¿Conoces a Cletus?

—¿Acaso no viste las noticias? Eddie y yo nos dimos la mejor pelea de la historia.

—¿Tú nombre es Eddie? Lindo nombre.

—Es mi apodo, mi nombre es Edward—recalcó el castaño con molestia.

—Lo malo es que no puedes enojarte, o más bien, tú amigo no puede enojarse—Cletus molestaba al castaño, la verdad es que estaba provocando la ira de Venom, algo que Eddie intentó calmar.

—Shh, tranquilízate ¿sí? No tienes porque alterarte—susurró.

¡Le voy a romper la cara!

—V, relájate, no puedes hacerlo y lo sabes. Por favor cálmate—siguió susurrando de manera suave mientras se iba.

—¿Ya te vas? ¿Tan rápido? Si apenas estamos empezando, Eddie.

—No quiero pelear Cletus.

—¿Quién dijo que íbamos a pelear? Solo vamos a hablar tú y yo, amigo mío.

—No somos amigos, ni por chiste—Eddie se dió media vuelta y se fue, dejando hablando solo a Kasady.

Eddie fue al comedor de la prisión la cual estaba totalmente sola, todos estaban en el patio así que nadie iría ahí, solo él.

—Carajo, que tortura.

Tranquilo Eddie, si tu estas calmado, yo también.

—Específicamente me tenían que traer a San Quintín—Eddie llevó sus manos a la cara con pesadez y cansancio.

Venom materializó unas manos para entrelazarlas con las de Eddie, señalando tranquilidad.

Tranquilo Eddie, yo estoy contigo. Estamos juntos que es lo importante.

—Gracias, de verdad V—agradeció Eddie con una sonrisa haciendo más fuerte el agarre de la viscosidad de Venom simulando que son sus manos.

Solo se tenían el uno para el otro, nadie más.

Blood prison | SymbrockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora