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—Edward Charles Allan Brock. Es acusado y condenado culpable a la destrucción de la catedral de Grace y a la manipulación de... —el juez había hecho una pausa—. ¿Qué se supone que es esa cosa? —le había preguntado al castaño que estaba del otro lado de la sala.

—Un simbionte—respondió con pesadez.

—A la manipulación de un simbionte—
fueron las últimas palabras del juez en la corte.

⭑ ⸱៰ ͘ ࣭⸰

Eddie fue condenado a diez años de cárcel, gracias a que tenía un extraterrestre en su cuerpo el cual todo el tiempo tenía hambre, gracias a ello se comió varias cabezas.

Los reclutas de ahí quedaban impactados ante el veredicto del castaño, la verdad es que esperaban algo totalmente distinto que un simbionte, esperaba que haya hecho algo como matar, robar o secuestrar, no eso.

El gobierno permitió que Eddie se quedara con el simbionte, y si en algún momento pensaba escapar, la gargantilla que tenía en el cuello le produciría una gran descarga eléctrica y un sonido que haría chillar del dolor al simbionte que estaba dentro.

Siento que estemos aquí, Eddie.

—No es tu culpa, ¿okay? —los guardias se quedaban mirando a Eddie con confusión al oírlo hablar solo, a Eddie ya no le importaba si ponían caras de extrañados, le valía, aún así quería hablar con su compañero.

Claro que sí, gracias a mi estamos en prisión—Eddie tomó el traje de color naranja que le habían otorgado los guardias, le indicaron que tenía que cambiarse y entregar todas sus pertenencias.

—Gracias a los dos, juntos hicimos esto, no tú—Eddie no quería que Venom se sintiera mal, entre los dos habían hecho cosas.

Eddie se cambió de ropa y algunos guardias lo acompañaban a su celda. Se dió cuenta que estaba sola, pensaba que no tendría algún compañero. Entró y cerraron su celda.

—Si quieres ir al patio es al fondo a la izquierda—indicó una de los guardias de seguridad. Eddie asintió y le restó importancia.

Eddie se acostó en la cama de abajo y cerró los ojos. Sintió una cosa deslizándose por su hombro, era Venom que se estaba materializando, formó su cabeza que estaba frente a frente a Eddie. Gracias al poco espacio, estaban muy cerca, sus rostros estaban a centímetros.

Deberíamos hacer algo.

—Deberías esconderte, los demás no pueden verte.

Ya toda la ciudad sabe de mi existencia, ¿por qué debería esconderme?

—¿Olvidas lo que tengo en mi garganta? —señaló lo mencionado—, si haces algún movimiento sospechoso podrías sufrir una descarga eléctrica más sonidos de cuatro mil a seis mil hertz.

Lo olvidé... —pensó un poco—. ¿Y si te metes en problemas?

—Puedo hacerlo solo, no tienes porque salir, te harás daño—Eddie hacia lo posible para que Venom no sufriera, algún fuerte sonido podría dañarlo, dañar a su compañero.

Gracias por preocuparte Eddie.

—Debo hacerlo—Eddie le dedicó una cálida sonrisa a Venom. El simbionte juntó su frente con la de Eddie en símbolo de agradecimiento.

Los dos tendrían que luchar por sobrevivir en ese lugar, y Eddie evitar a que Venom se coma algún recluta.

Blood prison | SymbrockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora