Capítulo 7

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Diana una mañana se levantó como de costumbre, pero había algo que alteraría su rutina, un mensaje que leyó más de veinte veces:

Tendou, 07:19 a.m.
¡Buenos días, Didi! Espero que hayas dormido bien y que tengas un bonito día. Quizás este texto sea un poco tedioso de leer, pero quiero dejar muchas cosas en claro, ¿está bien? Primero que nada, esto lo escribí varias veces en mis notas, así que me ha costado bastante. Ahora sí, esto es para decirte lo mucho que me importas y te quiero, en un año y más hemos tenido muy bonitos momentos, pero creo que ambos somos conscientes de que últimamente todo se ha complicado, los estudios no han ido bien para mí y sé que para ti tampoco, de aquí parto al siguiente punto: creo que es mejor quedarnos como amigos, así no nos debemos tiempo ni nada, me agrada hablar contigo, estar contigo, hacer cualquier cosa que te involucre, pero quiero que pases ese examen y parece que te distraes, al igual que yo. 
Eso es todo, te adoro mucho.

Su corazón empezó a acelerarse, no podía creer lo que estaba leyendo, costándole varios minutos asimilar que debía volver un paso en su relación con aquel chico que le llenaba de ilusión y tantos sentimientos. Las lágrimas no demoraron en salir y hacerse un nudo en la garganta, y con todo ello encima decidió responderle, sin importarle cómo salga.

 Diana, 08:42 a.m.
¿Lo mejor para nosotros o para ti? No es necesario que hablemos seguido, está bien con hacerlo dos veces a la semana, en verdad, pero creo que esto solo es una excusa para alejarte de mí y si es así, entonces no te preocupes que aceptaré tu decisión, pese a que somos una pareja y debía ser consultada entre ambos, no solo por ti. No te odio, que quede claro eso, mi cariño por ti es mucho más fuerte que cualquier otra cosa, así que sería difícil lograr cambiar ese sentimiento, aunque seguro te guarde rencor por un tiempo, te soy sincera. Igual agradezco todos los bonitos momentos que me diste.

Luego de haberle escrito todo eso se sintió más tranquila, como si escribir se le hubiera hecho algo terapeútico. Al mismo tiempo, más lágrimas le seguían saliendo, pero ya sin aquel nudo que no le permitía hablar, tomó un respiro profundo y continuó con sus cosas. 

Pese a que aún mantenía comunicación con sus dos mejores amigas, no era capaz de comentarles lo que acababa de pasar. Estaban las tres en la cafetería de la universidad en donde Diana tiene planeado postular, conversando sobre varios temas y en ello surgió preguntar sobre Tendou.

—Estaba planeando en hacer una videollamada grupal con Yamaguchi, por su cumpleaños. ¿Qué tal si le avisas a Tendou? Quizás quiera estar.

Diana veía su vaso mientras giraba el popete, no se fijaba en nada, pero aún así mantenía la mirada en un sitio sin lograr captar lo que estaba pasando en su alrededor. Liz la vio fuera de sí y le puso una mano en el hombro para sacudirla suavemente.

—Oye, ¿está todo bien?

—Ah, sí, sí —respondió y luego volvió a lo mismo. 

Ambas amigas se miraron  y con la mirada trataron de hacerse entender lo que le pasaba a Diana. No la habían visto así, pensaron que quizás es la presión de tener que ingresar a la universidad, pero al mismo tiempo que podría ser algo relacionado a Tendou, ya no les contaba tantas cosas. Se sentía raro, siempre sabían lo que le pasaba a cada una y ahora trataban de descubrirlo.

—Bueno, aún falta un poco más de dos meses, pero mejor ir coordinando con tiempo.

—Sí, normal. Igual y ahora ella está ocupada —dijo señalando a Diana discretamente.

—Ah, claro. Hago un grupo con los amigos de Yams y listo.

Liz asintió la cabeza, volteó preocupada por Diana quien no se molestó en responder ni con la mirada. Pero en ese momento decidió pararse y hablarles:

—No estoy bien, así que les hablo luego u otro día, no sé.

Sin más se marchó de ahí. Las otras no refutaron al acto repentino, quizás porque la primer frase bastaba para entender el estado en el que se encontraba, aunque esperaban que les contara lo que le estaba pasando.

***

«Lo intenté, juro que así lo hice, pero nunca es suficiente. Ahora debo entrar a la universidad porque el instituto es muy cansado y poco efectivo, ¿qué más debo hacer para ser feliz? o al menos para sobrevivir. Al menos un mensaje suyo en las mañanas me motivaba. Quizás y si lo bloqueo... No, no, eso me haría muy insegura», pensó Diana en el camino a su casa. Más ideas se iban cruzando por su mente, contradiciéndose una a otra.

Al llegar se dirigió de frente a su habitación, sacó sus cuadernos y lapiceros, puso a reproducir "tus me gusta" y comenzó a estudiar, o al menos eso intentó. Pasó leyendo un corto texto por más de veinte veces porque no lograba entenderlo. Su mente estaba en otro lado. Comenzó a recordar los días que estaba en Japón y las lágrimas volvían a salir desesperadamente. Hoy era un día perdido de estudio.

Japón

Tendou mandó el mensaje con bastante duda, sus manos le temblaron y su corazón latía muy fuerte. Quería ver la respuesta al día siguiente, por ello es que tan tarde le envió ese texto, no era capaz de asimilar la tristeza de la joven o el enojo, no estaba seguro de la forma que podría reaccionar ante él.

—Espero que entiendas que es por el bien de ambos —dijo echado en su cama mirando aquella foto que Diana tomó de ambos en el parque donde todo empezó. Empezó a ver borroso por las lágrimas contenidas en sus pequeños ojos. Luego pasó y encontró el video donde la grabó escribiendo "Te amo" en japonés, riéndose ambos de sus errores, después ella mostró la hoja y dijo lo escrito: "Aishiteru, Tendou", junto a una sonrisa final—. 愛してるよディディ(Te amo, Didi). 

 

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Dulce encuentro || Tendou Satori x (Fem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora