Dulce encuentro || Tendou Satori x (Fem)

Capítulo 9

Las probabilidades de que ambos se volviesen a ver no son nulas, pues Tendou mantuvo comunicación con los chicos del Karasuno, al menos con la mayoria. El destino es, en su totalidad, impredecible. Solo deben pensar en el mismo lugar, al mismo tiempo y lo demás será la coincidencia que los volvió a juntarlos, pero ¿qué tan difícil es? Pues la respuesta es simple: muy, muy difícil.

Y pasó.

Diana caminó por el parque del centro, viendo cada espacio con una sonrisa amistosa, con los labios juntos, y recordando todos los bonitos momentos que tuvo, iba camino a la pastelería para probar suerte, el intento no le hace perder nada. Tendou estaba en una banca sentado y leyendo una revista de Gastronomía y pastelería. Aunque hayan estado en el mismo lugar en el mismo momento, no funcionó, ninguno vio al otro. Él estaba a una distancia lejana a la visión de la joven, además que, sus apariencia habían cambiado, todo se volvía más complicado.

Pero la aparición de alguien daría un empujón al encuentro. Diana llegó a la tienda y pidió un daifuku como esa vez, no podría olvidar aquel dulce que marcó el inicio de toda una historia. Aquel estaba sentado frente suyo resolviendo un sudoku, según eso le ayudaría a tener una mente más flexible; había creado toda una rutina en su último año de secundaria para mejorar y lo mantiene hastael día de hoy. Levantó la mirada del celular y vio a la joven, sin dudarlo fue hacia su mesa.

—¡Hey! Es un gusto verte luego de tanto. No has cambiado mucho.

—Lo mismo digo, Goshi. Sigues con ese fleco.

—Así es mi estilo, déjame, no puedo hacer nada.

Ambos rieron amistosamente.

—Y dime, ¿qué haces por aquí? ¿Viniste por alguien en especial?

Se tomó un tiempo para pensarlo, curiosamente le resultaba difícil asimilar que no solo podría referirse a Tendou, sabiendo que hay muchas más personas que considera de tal forma. Realmente habías sido tú quien la invitó, para hacer una reunión y hacer anuncio de algo importante; así que ni ella misma entendía el porqué de su duda.

—No exactamente.

—¿De verdad? Porque había escuchado que tu relación con Tendō había acabado y quizás, solo quizás, viniste por él —dijo al mismo tiempo que encogió sus hombros.

—Oye, podré estar loca, pero eso no quiere decir que voy a hacer tal locura.

Goshiki le respondió entre risas:

—Uno nunca sabe. Pero mira que podrías verlo ahora por casualidad.

Diana negó con la cabeza, pero justo cuando iba a contestarle, escucha su nombre y voltea. Solo era el chico de la barra, quien le avisaba que su pedido estaba listo.

La conversación siguió de manera fluida, ya sin hacer mención de otras personas, él comenzó a contarle sobre su trabajo de manera detallada y eso parecía interesarle a Diana. Sin darse cuenta, comenzó el atardecer, el tiempo pasó sin avisar.

—No puede ser, ¿tanto hemos conversado?

—Y apenas estaba comenzando —respondió entre risas el joven.

—Sí, seguro —continuó la risa—. Bueno, ha sido un gusto verte de nuevo, quizás nos juntamos todos como antes.

—Eso estaría genial. Hablaré con Hinata, él siempre organiza todo. Dame tu número y así te aviso cualquier cosa —dijo, luego sacó su celular en espera de que le respondiera.

Sin pensarlo dos veces le dió su número, estaba consciente de que podría verse desesperada por verlo nuevamente, sin embargo, todo quedaba como una reunión de amigos que no pudieron verse durante años en persona, todo era por videollamada.

Los reencuentros siempre son agradables cuando se dan con las personas que uno quiere. Pero Diana no lo veía así, siendo que vería a buenos amigos, a aquellos que estimó pese a conocerlos en un periodo de tiempo tan corto; sentía un nudo en la garganta y presión en el pecho.

Tras haberse despedido, cada quien tomó su camino, Goshiki se dirigió al parque para reunirse con sus ex-compañeros de la secundaria. Cada último viernes del mes se juntan a contarse cómo les va, claro que hay algunos que a veces no pueden. Cosas de crecer. Estando con todo sus amigos les comentó lo que quería hacer, al principio no le hicieron mucho, pero cuando les explicó el por qué, accedieron. Además que un amigo de ahí fue parte del equipo de voley, así que ayudó a convencer a los demás para que le ayuden.