Capítulo 8

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Pasó una semana desde la noticia y sintió que ya estaba lista para contarle a sus amigas. Lo practicó varias veces frente a su espejo para intentar no romper en llanto, pero todas fueron un fracaso. Su reflejo al verse llorar le daban ganas de tirarle cosas. Intentó distorsionar las ideas sobre él, no fueron útiles, su mente le jugaba en contra, demostrándole la buena persona que es y no podía cambiar por más que se esfuerce, hacía que lo odie más.

Septiembre debió haber empezado de la mejor manera, sin embargo, no todo sale como uno planea. Dejando de un lado ello, era consciente de las personas que tiene consigo, sin importar qué están para ella y viceversa.

Así que, Diana tomó un respiro y se concentró en ella misma, en ese momento de silencio entendió que se había fijado en su vida con Tendou, pero que debía aprender a seguir sin él, sin importar lo que pase. Y como en todas las redes muestran videos de "cerrando ciclo", las suyas no eran la excepción, por lo que se animó a hacer algo para despejarse. Buscó alguna pequeña libreta y su lapicero, hizo una lista de sus deseos:

"Cerrando ciclos"

     • Decorar mi habitación

     • Encontrar un nuevo Hobbie

     • Pintarse/cortarse el cabello

     • Tener un día solo para mí

Pasó, aproximadamente, una hora pensando solo en esas cuatro acciones, y aunque el tiempo es lo de menos, tomarse tanto tiempo para pocas opciones le desanimaron en realizarlas.

***

—Ya nos dirá. Solo debemos esperar.

—No, no, no. Hay que preguntarle qué es lo que pasa. Siento que está cargando con algo muy fuerte.

—Liz, nos diría de ser así, la conozco bien —dijiste mientras te acercabas para poner ambas manos en sus hombros—. Si la presiones, puede que nos odie y lo cuente, pero de mala gana, omitiendo lo importante.

Ella solo te miró y asintió levemente, aunque eso no le quitaba lo preocupada ni la necesidad de ir hacia su casa y hacerle un interrogatorio sobre la situación.

***

—No. Si pongo la cama ahí, puede que me dé todo el sol... ¡Ay, Dios! Esto es muy difícil.

Diana ya había empezado a mover sus muebles para darle más espacio a su habitación, pero le era complicado salir de su zona de comfort. Ya había acomodado toda su ropa por color, estación y mayor uso, limpió cada espacio, se deshizo de cosas que ya no le era útiles y solo le restaba hacer mayor espacio; aunque tenía planeado pintar y decorar, lo descartó, sentía que ya era mucha cosa. En ese momento estaba reproduciendo Tekt it - Cafunélo que provocó un dolor en el pecho.

—¿Por qué? Sigo sin comprenderte, aunque lo intento... no puedo. Eres tan egoísta, tan idiota. Yo solo quería una linda historia como la de las películas, creí que lo había encontrado a tu lado. —Se recostó en su cama de espalda dejando que las lágrimas salgan sin importarle ya nada—. Te odio. Odio que me hayas acostumbrado a ti y que me dejes como si ya no importara. Quizás estés pasándola igual o peor, no sé, pero seguro le dijiste a los demás y tienes donde apoyarte, en cambio, yo no... Por más que lo intente, las palabras no salen sin una lágrima, se aferraron unas a otros.

Continuó reclamándole al techo sobre él. Se había contenido tanto, solo dejaba sus pensamientos en su mente, no las dejaba salir y eso hacía que todavía doliera. Luego de dejarse llevar se sintió más aliviada, sus hombros los sentía más ligeros, ese vacío en el pecho ya se completó. Eso era lo único que necesitaba, para nada a esa lista.

Japón

—¿Estás seguro que quieres continuar así? Aún no es tarde —dijo Semi.

—No, pero es lo mejor. —Recibió una mirada de desconforme—. Ya sabía que no se lo tomaría de buena manera, pero es que justamente porque nuestros horarios no coinciden tanto, se quedaba hasta tarde y amanecía cansada para sus clases, le estaba haciendo un daño.

—Tendou, claro que no, solo era un desorden en ella, cosa que pudieron hablarlo y asunto resuelto.

—Claro que lo hice, le dije que me molestaba que no durmiera bien, pero lo pasó por alto.

Semi apoyó su cabeza en su mano y dio un suspiro, por más que tratase de arreglar ambas partes, siempre la otra tiene el defecto y no podía hallar un equilibrio. Por parte de Tendou, su mente estaba asimilando aquella decisión, por un momento cree que fue lo correcto, sin embargo, también piensa que fue muy egoísta.

—¿Sabes qué? Yo lo hice por su bien. La amo y por eso soy capaz de realizar cualquier cosa que la pueda proteger, ayudar, lo que sea.

Su amigo solo se le quedó mirando, pensó que su opinión ya era un cero a la izquierda, entendió que lo que él estaba haciendo no era solo por su bien, sino que pensó en lo mejor, o al menos lo que cree mejor, para Diana. Por lo mismo el pelirrojo seguía viendo su fondo de pantalla, no había sido cambiada por un año, fue aquella que tomó Diana en su primera cita.

—Desearía que fueramos escritos como almas gemelas...

—Desearía que fueramos escritos como almas gemelas

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Dulce encuentro || Tendou Satori x (Fem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora