Nada más un día.

Cap 2

Oleadas de amargura.

<SOL>

Un paso más al abismo y casi cae en el olvido, pero tenía que aparecer y sobre todo reír, no quería, por supuesto que una chica que fue golpeada por otra chica por causa de los celos, de ver a su novio con una persona insignificante como yo, bueno eso fue lo que me escupieron en la cara cuando me dejaron casi muerta en la calle.

Lo único que paso, fue que a causa de eso se ganó mi odio, no quería verlo en pintura, mucho menos hora que casi culmino mi carrera.

Un paso más y podría terminar mi buen historial, pero no, tenía que arruinarlo el, trato lo más que puedo para que no vea que me afecta todo lo que hace.

Pero es que cada vez es más difícil, es tan abrumadora su presencia que aniquila todo el oxígeno de mis pulmones y hasta pienso que el pudiera compartir del suyo.

Pero luego recuerdo que lo odio, y se me va la idea, según me han dicho que un crush dura al rededor de unos cuantos meses, y cuando es realmente amor de verdad, es más duradero que el anterior, no se por que me lo dijeron.

Lo único que le comente a mi madre fue cuanto odio y odiare a Raul y su novia.

Pues, regresando a la realidad se acerca y se sienta adelante dos filas, yo estoy en la esquina alfondo como siempre, y me remuevo en mi asiento cuando voltea para atrás y me sonríe, yo lo ignoro como siempre y me enfoco en el pajarito que esta en el árbol a la par de la ventana.

Sostengo mi libro mientras esperamos que llegue nuestro siguiente profesor, siento una presencia a la par mía y sigo o trato enfocarme en las líneas, pero no leo nada solo quedo viendo las letras.

— Woa, no sabía que te gustaba leer eso, y yo que creía que eras muy inocente.

Me exaltó y leo que parte parece perjudicado para que dijera eso, y me doy cuenta que es toda la página y las dos que siguen.

Cierro los ojos y veo al rededor y todo mundo nos queda viendo.

— Ándale Zander, gritalo más fuerte para que el rector te oiga.— le veo con mala cara y el se pone rojo, típico de los alemanes.

— No era mi intención Ferguson, pero por fin me haces caso.

— y no volverá a pasar, así que puedes regresar a tu asiento.— más no dijo nada, solo me vio por unos momentos cortos y se regreso a su lugar.

Mi corazón martillaba como que si un caballo estaba galopando en mi interior, guarde mi libro y me concentre en la materia que nos impartirán en breve.

Pasaron los días y espere si solo era el que venia o es que la novia también seria pegote, aun que por parte me alegra que no haya más de la tonta de Britany, y otra parte muy pequeña es la esperanza de que me hiciera la amiga del chico ex popular en la secundaria.

Ahora no se sabe si hará.. bueno, olvidenlo ya esta rodeado de personas, ¿vieron? Esa es la diferencia entre un extrovertido a una introvertida.