Nada más un día.

Cap 9

Tres horas solo nosotros dos.

<SOL>

Pase dos días y dos noches sin poder sacar a Raul de mis pensamientos, hasta lo imagine haciendo cosas como las que salen en los libros eróticos, no era posible que yo, Sol Ferguson sintiera una fuerte atracción hacia Raul.

Y eso que no es de ahora, desde hace mucho siempre quise ser como las protagonistas de los libros que leo, no hablo de los eróticos, bueno nomas un poco, pero a lo que me refiero es, sentir una, no hablo de solo una conexión física, también sentimental.

Creo que ahora puedo comprender un poco a las protagonistas de los libros, no quiero ser un cliché, no quiero ser de aquellos que saben como terminará la historia.

Quiero tener un poco de emoción, y supongo que pronto lo tendré, Raul pudo convencer a mis padres, más aún que ya le conocen, era obvio llevamos casi toda la vida que vivíamos en Chicago.

Vamos en su vehículo, de hecho puso música que no se como rayos supo que me gustaba, mientras trato de ignorarlo leyendo un libro de fantasía, misterio, drama y un poco de erotico.

La mayoría de los libros que tengo son así.

— Tienes las piernas cruzadas, ¿a caso estas leyendo una escena caliente Sol?.— trago fuerte y volteo hacia el.

— Claro que no, solo conduce, no quiero que terminemos en un hospital antes de hacer lo que planeas.

Voltea hacia la carretera — Si fuera por mi e hiciera caso a lo que estoy pensando, ahora no sería viajar tres horas en auto, sino más bien estar en la parte de atrás bien empiernados.

— Oye Dijiste que no me harías sentir incomoda.— replique.

— Dije que no te tocaría, a menos que sea con tu consentimiento, no que hablaran lo que pensara.

— Ya, bueno ahora calla, déjame terminar de leer el capitulo en paz.

— Porsupuesto, señorita piernas cruzadas.

Le quedo viendo de mala gana y el solo ríe mientras ve el camino.

Luego de dos horas, ya no aguanto el trasero, voy terminando el libro, y me gusta la parte donde a uno como lector le sorprende que de un momento a otro, las cosas son más complicada con un amor tóxico, en mi opinión, puedo leer historias de amor tóxico.

Pero eso sería lo menos que yo quisiera en una relación, siempre que estoy a punto de entrar a bloqueo se lector por que ya no me queda más estabilidad emocional, me recuerdo que sin drama no hay historia.

Sigo hojeando, hasta que veo, que Raul me ve de reojo las piernas.

— Oye, ten cuidado en donde pones tus ojos.— Digo con un poco de enojo y exitacion por partes iguales.

— Lo siento, pero me matas que traigas short corto, no es que no te quede bien, pero no se como reaccionaré, cuando otros te vean.

— Solo no lo hagas, no reacciones, no es obligación ni nada parecido, no tienes por qué sentirte así.

— No es que me sienta obligado, es que no controlare mi reacción al momento por lo que tu sabes no soy de hierro y no quedaré de brazos cruzados si alguien te tire piropos o simplemente te vea.

No dije nada, solo le veía, y mi corazón dio un brinco comenzando así a acelerarse de la emoción que no sabía que tenía por haber dicho esas palabras.

— En fin.— Continuo.— vamos que nos están esperando.

— ¿ha?