A habido un problema<RAUL>
Luego de guiar a Sol a la cafetería, del restaurante buscamos mesas previamente reservadas por Sebastian.
Comimos tranquilos, platicamos muy alegremente, relajándonos un poco por el viaje, pero ya me sentía fatigado y quería descansar un poco, suponiendo que también Sol estaba igual, le ofrecí la mano para levantarse de su asiento y llego la hora de buscar los cuartos en el que nos quedaremos
— ¿Como que solo esta un cuarto?— Mire furioso a la de recepción. — desde hace tres días reserve las habitaciones.
— Lo siento mucho joven, pero me informaron hace un dia que solo quería una habitación y daba el permiso de entregarlo.
— ¿Quien fue la persona que te dijo eso?
— Es el joven Sebastian, me dijo que le dijera su nombre ya que usted entendería.
— Genial, simplemente genial. — Sol paso su mano sobre mi brazo, eso disminuyó mi enojo, me quedo viendo analizandome y luego hablo.
— Esta bien, no te preocupes.
— ¿Como no quieres que me enoje, parece que fue mal inencionado de mi parte y de hecho es todo lo contrario? no quería hacerte incomodar.— me brindo una ligera sonrisa.
— Te lo gradezco muchísimo lo que haces, pero no tienes por qué sentirte así, no eres culpable.— me vio fijamente y hablo nuevamente— no me molesta dormir en la misma habitación.
— ¿Estas segura? Mira que no quiero que pienses que realmente se me ocurrió hacer este escándalo para disque hacer la mentira creíble.
— Raul.
— Soy un chico que no quiere que hacerte incomodar.
— Raul. No..
— Por lo que me conoces sabes que soy directo con algo que quiero y no voy por las ramas.
— RAUL.
— Lo siento, dime.
— Todo va a estar bien, no te enojes contigo mismo, comprendo la situación, y se como eres, así que no estoy enojada ni nada por el estilo.
— Pero es que quería que en verdad tuviéramos cuartos separados.
— ¿No quieres dormir en la misma habitación que yo?
— No dije eso, lo que no quiero es que no disfrutes la estadía por tenerme en un mismo lugar, se que te agobio.
— Eso, no es cierto. ya, no te angusties no me estoy oponiendo, vamos no es que fuéramos a quedarnos aquí un mes completo.— Dijo en una corta carcajada que me quito la tensión.
— Bueno, a ver si me aguantas.— reí entre dientes
— Claro que si, al menos que ronques como oso.— dijo.
— Yo no ronco como oso.— me defendi.
— Si claro, eso veremos.— luego habló.— ¿Al menos tiene dos camas separadas en el cuarto?
La recepcionista trago saliva y hablo— No, lo siento mucho, pero podríamos llevarle servicio al cuarto gratuito por las molestias.
— gracias.— Dijo Sol, antes de caminar conmigo arrastrandome por el pasillo, ya que no deje de ver a la chica de recepción furioso. subimos al ascensor y ella quedó inmovovil. Luego se pego a mi.
— ¿Arrepentida?— Dije viendo las puertas del ascensor.
— En absoluto que no, es que no me gustan los espacios cerrados, sufro de claustrofobia desde que tengo memoria. — La apreté más a mi y le bese la coronilla.
— No te preocupes, te tengo.— Dije y ella me agarro de la camisa.— al menos si te quedaras encerrada aquí mismo no estarías sola, me tienes a mi.
— ¿Sabes Raul? Eso no ayuda en nada.— Dijo con una ligera sonrisa.
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Nada más un día.
HumorSol, es una chica introvertida que cree que los días son aburridos y lo único que tiene son sus libros, hasta que conoce a Raul, un chico que está perdidamente enamorado de ella desde que están en la secundaria. ¿Será que Raul podrá conquistar a Sol...