Embarazoso

cinco

—Sí, yo te dije que esa mascarilla no les iba a quitar lo feo.—les dijo Jeongin a Changbin y Seungmin, corriendo en el momento en que vió que ambos se levantaron a golpearlo. O tal vez hacerle cosquillas, pero ninguna le gustaba.

—¡Más respeto a tu Hyung!—le gritó Changbin persiguiéndolo.

—¿Por qué corren?—llegó Felix junto a Chan, quien por suerte no se había dado cuenta de que estaba Seungmin.

—Porque les gusta correr.—Momo dijo sarcásticamente, y en cuanto iba a volver a hablar los dos ya estaban corriendo tras los otros tres.

—Bueno, eso no me lo esperaba.—Dahyun comenzó a reír.—Peeero...—sonrió y de inmediato le habló a Woojin y Hyunjin.

—Bien, se supone que hagamos que Seungmin caiga a los pies de Chan.—habló Momo

—Fácil.—Woojin metió su pie haciendo a Chan tropezarse y que cayera encima de Seungmin.

—No es lo mismo pero... bueno, algo es algo.—comenzó a reír Hyunjin y los cuatro se fueron a esconder.

—¿De qué nos escondemos?—apareció de la nada Minho a un lado de ellos haciéndolos casi gritar del susto, pero no gritaron para salvar la misión.

—Shh, luego te decimos.—lo callaron y le avisaron con señas a Jisung —que apenas llegaba también—, que no hablara.

—Hola, guapo.—habló Chan primero. Estaba tratando de no huir, por lo menos no hasta decir alguna estupidez.

—Hola...—Seungmin trató de quitarlo de encima.—¿Sabes que se ve raro que estés encima mío?

—También es raro huir de las personas.—Jeongin se quedó callado después de saber que casi arruina el momento y se fue corriendo con los otros cinco.

—Bueno, el chico tiene razón...—el mayor se acomodó mejor encima del otro siendo mirado de mala forma.—Perdón, es que mi sudadera es nueva y no la quiero ensuciar.—se justificó y aún así recibió un golpe, era para que se quitara de encima, pero no se logró.

—Ya, te quitas o te quito.

—Quítame.—lo retó.

—Bien.—comenzó a hacerle cosquillas y el más alto no tuvo de otra más que recostarse en el suelo mientras reía.—Pero no te querías quitar, ¿cierto?

—Pensé q-que me quitarías a bes-sos.—habló como pudo, pero realmente ya se estaba quedando sin aire y comenzó a patalear.

—Hasta ahí, luego te mueres y ya no tendré de quién huir.—lo dejó y volvió a sentarse en el suelo junto al mayor, el cual estaba limpiando su sudadera nueva.

—Rayos, ya se ensució toda, tu me la vas a tener que lavar.—le dijo viendo aún su sudadera.

—No es mi culpa, te dije que te quitaras.—estaba justificándose.

—Pero los besos hubieran sido menos salvajes.—suspiró y luego lo miró.—Claro, aquí porque hay gente, pero en privad-

—¡CHAN!—le dió un golpe en el hombro.—No vuelvas a decir tonterías.

—Bien, como dicen, no se dice, se hace.—se acercó al menor pero el otro le puso la palma de la mano en la cara.

—No puede ser, ¿ibas a besarme?—preguntó el menor asombrado.

—Eh, no, lo estás soñando.—se excusó.—Ah, sí claro, porque ahora justo estoy dormido.—levantó una ceja y lo miró.

—Exactame, y yo soy el hombre de tus sueños, así que deja darte amor.—lo abrazó y le hizo cosquillas en el cuello intentando darle besos.

—No te pongas cariñoso, si no me fui corriendo fue para hablar contigo y hacer una amistad, no para que me intentaras conquistar.—ambos se separaron mientras reían.

—Bien, bien.—Chan ayudó al menor a levantarse. Se sacudieron toda la tierra que tenían encima y se miraron, hasta que vieron a sus amigos salir de atrás de un basurero. Parece que los habían quitado, pues tenían cara de niños regañados.

—Oh no.—Momo y Dahyun sabían lo que iban a hacer.

Efectivamente, en cuanto los vieron Seungmin y Chan corrieron, uno hacia la izquierda, el otro hacia la derecha.

—Plan seis, fallido.—suspiró Momo.

—Creo que el problema somos nosotros, tal vez solo quieren privacidad...—comentó ChangBin.

—Sí, pero no volverán a querer verse si no los llevamos al mismo lugar nosotros.—dijo Jisung.

—Entonces deberíamos llevarlos a un lugar y luego irnos de ahí.—terminó diciendo Momo y todos la miraron asintiendo.