№18

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Jungkook

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Jungkook.

Las manos de Eileen tiemblan mientras me cura las heridas de la cara. Después de que aquellos salieran corriendo, Namjoon, el dueño del club, nos asegura que esos no volverían jamás a entrar en su local. Aunque a Eileen solo parece importarle mi estado y expresa su desesperación gritándole para que me ayudara a ponerme de pie. Ambos me toman pasando mis brazos por sus hombros y me llevan al almacén donde me sientan en una banca que había en la zona de las taquillas.

Observo a una Eileen totalmente exaltada e inquieta, buscando en el botiquín productos para curar las heridas que me habían provocado en la cara. Está tan nerviosa que al suelo se le cae algunos botes de productos que habían en el botiquín. La verdad es que el dolor empieza a intensificarse cuando siento la adrenalina desapareciendo. Las patadas y puñetazos en la boca del estomago era lo que peor llevaba. Veo que Eileen prepara una compresa de hielo envuelta en un trapo. Rápidamente se acerca a mí y presiona la compresa en una parte de mi cara. 

- Au - me quejo un poco con la cabeza alta pues Eileen estaba de pie y su mano en mi mentón me obliga a mirarle. 

- Presiona, voy a limpiarte las heridas - me dice y le hago caso. Parecía que ella entendía. Vuelve después de coger lo que necesita del botiquín. Eileen no quita su cara de seria, está muy enfadada y preocupada. 

Eleva mi cara con sus finas y frías manos y gimoteo cuando pasa una gasa con agua y jabón para desinfectar las heridas. Limpia sin ningún tipo de pudor la sangre de mi rostro. Da pequeños toquecitos y lo hace con mucho cuidado para que no me doliese.  Me mantengo callado dejando que ella me limpie y me tomo esos minutos para observarla detenidamente. 

Sus ojos grandes son muy expresivos, demasiado, son fáciles de leerlos y saber lo que estaba sintiendo en ese momento. Me llama la atención las pestañas largas en sus ojos, son muy bonitas. Su pelo cae delante de su cara y este se encontraba algo desordenado. Aquel recogido con el que empezó la noche ya había desaparecido debido a la pelea. Aún así se le ve lindo. 

El silencio del almacén nos envuelve y solo se puede escuchar de fondo la música retumbar. Toma mis manos y envuelve en una venda los nudillos enrojecidos. La miro a los ojos que ella evita a toda costa y la veo tan nerviosa que decido romper el silencio.

- Eileen – le digo suave y tomo su mano sorprendiéndola. Levanta la mirada de mis manos – Calma. Ya pasó. Estoy bien. 

- N-no puedo. – me confiesa balbuceando. Seguramente debía sentir una presión horrible en el pecho. Se estaba guardando muchas cosas que pensaba en ese momento - No tenías que haberte involucrado. No te habrían hecho daño – me sale una risa silenciosa.

- Ven, siéntate – le indico sin soltar su mano. Su pecho sube y baja, tenía que calmarla. - ¿Cómo no iba a meterme, Eileen? – suelto una pregunta retórica y le muestro una sonrisa para tranquilizarle – Sentí que tenía que hacerlo. No podía dejar que se fuera con la suya. 

Caótica y peligrosa » Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora