№29

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Jungkook

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Jungkook.

Eileen absorbe la sopa hasta dejar el cuenco vacío. Se pasa la mano la boca para limpiársela y finalmente suelta un largo suspiro.

- Buah, no sabía yo que cocinabas tan bien, Jungkook - sus ojos brillan y su comentario me hace sonreír orgulloso. - Me voy a casar contigo para que me cocines tooodos los días. ¿Qué te parece?

- Es decir, que me tendrás como esclavo. Qué tortura... - respondo con una sonrisa maliciosa y me mira indignada. Taehyung se ríe.

- Yo también podría cocinar pero puede ser que algún día nos siente algo mal y nos morimos los dos.

- Entonces, no te preocupes, ya cocinaré yo... - ruedo los ojos.

- Bueno ¿Me invitareis a la boda?  - interviene Taehyung riéndose.

- No. - respondo a la vez que Eileen le grita un ''¡Obvio!''

- Claro que sí, Tae - habla Eileen - Yo te invito a nuestra boda.  - arqueo las cejas y Eileen se ríe por sus ideas.

Recogemos los platos y escucho las quejas de Taehyung cuando se da cuenta que le toca fregar los platos. De mientras, me dirijo a mi cuarto para cambiarme de ropa ya que dentro de nada teníamos que salir. Había avisado a Yeoreom de que iba a llevar a esos dos y aunque al principio me dio la sensación que no le hacia mucha gracia, finalmente me expresó que no había ningún problema pero que el regalo me lo daría otro día pues le daba vergüenza.

Me deshago de mi camiseta dejándola encima de mi cama y busco en mi armario la ropa que me pondría.

- ¿Y si nos quedamos aquí?

Ya había aprendido a no asustarme cuando Eileen aparecía de golpe. Me giro y la veo asomándose en la puerta de mi cuarto. 

- ¿Cuándo aprenderás a tocar la puerta? - le pregunto mientras observo su sonrisa divertida. Entra en el cuarto y cierra la puerta detrás de ella.

- Va, quedémonos aquí... - intenta convencerme a la vez que va acercándose a mí. Sus ojos repasan mi cuerpo y yo el suyo. Me pongo nervioso cuando sus manos tocan mi pecho y siento su deseo en esa mirada tan profunda - Podríamos probar si los muelles de tu cama no chirrían.

- Mira que eres pervertida... - digo cerca de su rostro y esta no borra su sonrisa de la cara. Muerde su labio cuando mi manos se posa en su cadera. La provoco cuando mi cabeza se esconde en su cuello y su cuerpo tiembla en mis manos. Suspira agitada cuando me tomo mi tiempo en exhalar el olor de su perfume. - ¿Me... me vas a dejar con las ganas, verdad?

Me sale una risa en su cuello.

- Sí, nos tenemos que ir ya. - le informo dejándole su espacio.

- No sabes cuanto te estoy odiando por torturarme de esta manera.

Caótica y peligrosa » Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora